En cuanto a profundidad, destacamos la presencia de numerosos puntos de giro. Entre ellos encontramos uno en el que Guy se pone esas gafas que le hacen cambiar su perspectiva del mundo. Aquí, nuestro protagonista pasa de llevar una vida monótona, a la acción. Otro de estos puntos sería cuando Molotov, la protagonista femenina, le comenta a Guy que lo que está viviendo no es real y que el resto de personas de la ciudad tampoco lo son. Supone un golpe de realidad para este personaje lo que le hace reflexionar y desarrollar el sentimiento de querer escapar.

Un aspecto muy interesante es el guiño que se le hace a numerosas películas de Marvel cuando Guy lucha contra Ryan Reynolds. Además, en esta misma escena sucede otro punto de giro muy inesperado a la vez que cómico; hablo de cuando nuestro personaje principal le coloca las gafas a Ryan para salvarse de morir, a lo que este reacciona como si fuera un niño creando, así, una escena con ciertas pinceladas de comedia y desconcierto.

Por último señalaremos el llamado Clímax o punto de la película donde todo puede salir bien o mal. Se trata de la escena donde Guy corre en el puente que hay en el agua para huir de la ciudad. Antwan, en la vida real, se dedica a destrozar los servidores para que Free City desaparezca y, entre ellos, el “chico de azúl”. Dicho puente se va destruyendo rápidamente hasta que finalmente Guy escapa y despierta en otro mundo donde se vuelve a encontrar con sus amigos.

En conclusión, Free Guy es un film con una muy buena idea y es apta para aquellas personas a las que les gustan los videojuegos y disfrutan con escenas de acción y romance.