Estamos ante una de esas películas que si te la encuentras cambiando de canal, la dejas y la ves hasta el final.
Hay muchísima química entre los personajes, se nota que están agusto, y los actores saben reflejar su propio carisma en sus personajes.
Por momento parece hasta un musical. Desde el comienzo, con una coreografía de una novia con sus damas de honor que es una maravillosa delicia adictiva de ver, pasando por la escena del KARAOKE, hasta el "canturreo" en el restaurante.
Cada escena está pensada al milímetro, y consiguen que cada expresión de los actores, saquen a relucir los sentimientos de su personaje.
Julia Roberts como personaje principal, es una deslumbrante antagonista que destaca por si sola en cada escena en la que aparece, robando el protagonismo y la pantalla , con su sonrisa, su cabello y sus dotes interpretativas, consiguiendo que su malvado personaje resulte entrañable.
Lo mejor: aunque dura mas de hora y media, es tan llevadera que se ve en un abrir y cerrar de ojos.
Lo peor: la historia se sumerge tanto en si misma, que a veces cuesta llevar un poco el hilo de las maldades que trata de llevar a cabo el personaje de Julia. Opino que esta historia puede exprimirse muchísimo más, en una serie, si se hace con el mismo estilo, magnetismo, mimo y gracia que la película.