Conste que no he leído el cómic en que está basada. Al lío. Vi el episodio piloto sólo por masoquismo. Mi línea de pensamiento fue tal que:

1. Pfff, otra de zombies, voy a ver el primero para poder darle cera en cualquier conversación banal.
2. Vaya, una prota simpática y lo hace bien. Y el amigo de la morgue, típico friki raruno, otro arquetipo. Es que no tienen imaginación o qué?
3. Voy a ver el segundo a ver en qué la cagan...
4. Vale, o sea que esto va en plan CSI pero con zombies? En fin, me veré el tercero, pero ya veo que...
5. Vaya malo más rarito. Es como Barney Stinson pero en zombie malvado. Vale, veo el cuarto y ya lo dejo... pero no más caso policial eh?

El caso es que de repente llegué al final de temporada y me di cuenta de que me lo había pasado en grande.

Los primeros episodios, mientras te presentan personajes y la historia, tienen una trama simple: la chica-zombie, Liv, se zampa un cerebro de alguien que han llevado a la morgue (para seguir pareciendo "humana"), adquiere los recuerdos y algunos rasgos de personalidad (graciosísimos) del fallecido y, entre su amigo de la morgue y el poli negro (que la cree vidente), intentan resolver el asesinato del desayuno de Liv. Mientras, intentan encontrar una cura e investigar qué pasó la noche en que infectaron a la heroína.

Es difícil explicar el por qué te acaba enganchando la serie. Puede que sea la prota, chica perfecta venida a menos resignada a comer cerebros y a ser rarita el resto de su "vida". O puede que sea porque no hay un sólo personaje que se tome en serio a sí mismo, incluso en momentos chungos. O el guión, con los chistes justos, lleno de dinamismo y con un toque tragicómico, nada pesado. O la tropa de secundarios carismáticos. O el malo, David Anders, y su emporio del crimen de lo más gracioso y siniestro.

Comprendo a quien quiera darle cera a la serie: va de zombies y ya huelen, si se me permite el chiste. Pero el caso es que la serie funciona y entretiene.

La recomiendo sin dudar.