Qué es un cortometraje saturadísimo de clichés ¿? Así es, al grado de ser sumamente predecible desde la premisa de un mundo idílico devastado por el progreso tecnológico industrial, pasando por la necesidad del amor y llegando a la cuestión de las vainas alienígenas y el brillo de esperanza. También, el mensaje ambientalista puede ser simplista y un poco chocante así como las criaturas (y más específico la criatura) que lo protagoniza: condenadamente linda.

Pero vamos, este cortometraje de temática post-apocalíptica/ecológica basado en el cuento ilustrado de Helen Ward es muy entretenido y de una factura de gran calidad. El director de Jo jo in the stars nos trae a una criaturita que sufre la pérdida de su bella parcela por el perverso, destructivo y frío afán expansionista de una raza.

Sin diálogos, de adecuada melodía y buenos efectos sonoros, más de 20 minutos que fluyen… como si fuera mucho menos.

Finalmente nos deja el mensaje de que el futuro depende y empieza por esa contribución individual que en apariencia es insignificante, pero que… si todos y cada uno se preocupa por conservar un pedacito de vida, veremos que la suma puede valer la pena y quizá, salvar la existencia.

Y... por último... Una pequeña frase de Víctor Hugo que siempre se me viene a la mente cuando se toca este tema ecológico:

"C'est une triste chose de penser que la nature parle et que le genre humain n'écoute pas..."

"Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha..."

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