Interesante biopic que acerca la figura del Rey del rock a una cultura que conoce su nombre, pero no su obra (algo bastante común en una actualidad llena de conceptos sin contenido). Esta película es un buen ejercicio para recordar a uno de los hitos de la revolución musical vivida en el mundo occidental durante el siglo XX y de la revolución cultural juvenil que la acompañó.

Lo más atractivo de la cinta es el punto de vista que se toma para narrar la historia. Mientras que lo común en este tipo de obras es tomar al personaje rememorado como la figura central de todo sin la ayuda de ningún tipo de narrador, en este caso, se opta por tomar la figura de un personaje secundario de la trama como el narrador. El en apariencia asqueroso y repulsivo Coronel Parker (interpretado por un Tom Hanks al que es complicado verlo flaquear en alguna de sus interpretaciones) introduce y conduce al espectador por algunos de los momentos más representativos de la vida de Elvis Presley. Esto juega con el desconocimiento de aquellos espectadores que no estén instruidos en la vida del cantante, haciéndolos dudar sobre si esta figura es el antagonista o el conductor de algo que es historia popular hoy en día. Una duda que queda solventada al final del filme.

Algo a reseñar también es la presentación al mundo entero de Austin Butler, con una gran interpretación.

Como pega o marca negativa, se puede señalar que el montaje en algunos momentos peca de alocado y frenético. Pero por lo general se trata de una película bastante recomendable.