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Jark Prongo rating:
8
Language of the review:
  • es
February 9, 2018
7 of 11 users found this review helpful
La Patria Del Rata es obra de un magnífico profesional del sacar réditos del modismo que toque, dicho esto desde el máximo respeto a lo lícito de manejarse así en el ámbito que sea. Francisco Lara Polop nunca ha ocultado su faceta exploit ni ha pretendido darle un cariz social o intelectual; se inició guionizando Megatón Yeye, y ya luego
de director dedicó toda su carrera a revestir de profesionalidad el noble ejercicio de ganarse el pan a través de las modas del cine de género, del destape, del cine comprometido, de la parodia bufa y de lo que fuese. Justo venía de realizar una pequeña maravilla, Asalto Al Castillo De La Moncloa; aquella era una joya, en apariencia
mera astracanada al hilo de la transición, que remontaba con la técnica del doblaje (técnica inventada por el gran, enorme Enrique Jardiel Poncela tres décadas antes que Woody Allen y Roger Corman con sus Celuloides Rancios) Los Amantes Del Desierto para insinuar de soslayo -mientras estaba sucediendo la maniobra en cuestión que dicha transición era en realidad una operación teledirigida y supervisada por El Capital, a diferencia de lo que dicen muchos revisionistas naives de ahora sobre que fue un triunfo de ”la valiente ciudadanía” (sic) cada vez que se acercan las elecciones generales y necesitan orientar el voto de cara a determinados intereses. Si ahí el guión de Joaquín Portillo tcc Top daba yemas al oportunismo de la izquierda, qué no hará Manuel Summers en La Patria Del Rata: Don Manuel es una persona difícil de catalogar, pues si bien de primeras parece afín a Blas Piñar o Francisco Marhuenda por sus opiniones sobre la pena de muerte, el aborto y demás objetos de diatribas eternas entre derechas e izquierdas, el buen hombre parece más un anarquista si se le analiza a través de su obra como humorista gráfico para Hermano Lobo o de algunas de las auténticas joyas de las que dispone en su filmografía, donde asoman Juguetes Rotos y Ángeles Gordos.

La Patria Del Rata se inicia con el atraco a un banco. Atraco secuenciado a través de fotos fijas, rollo el hijo de El Dioni pasando un power point en clase sobre lo que hizo su viejo cuando lo del furgón. Última foto y se vuelve a los 24 fotogramas por segundo. El Rata huye en un SEAT por Capitán Haya dirección Chamartín. En la huída apresan a uno de sus compinches y al otro le abaten de un disparo. El Rata se mete por los barrizales de La Ventilla y a consecuencia del cada vez más estrecho cerco sobre él no le queda otra que colarse en una casa para sitiarse allí con un rehén. El rehén es una niña. El Rata tapia puertas y ventanas, informa a la policía sobre que
tiene a la chiquilla y se sienta a recuperar el resuello mientras espera que el dispositivo policial mueva ficha. El espectador también recupera el aliento, pues han sido diez minutos, quizá quince, frenéticos de veras. Lara Polop procede a hacer retrospectiva sobre qué ha llevado al Rata a esa casa, tan lejos del barrio de Villaverde en el cual
reside. El Rata daba algún que otro tirón, pequeños hurtos. De ser el protagonista de Pickpocket pasará a cuasi integrante del Comando Txikia por ponerle jetpacks a dos policías. Se come una condena de las de perpetuidad no revisable. La Ley De Amnistía de 1977 le saca de presidio. Ahí, ya fuera, cuando va dando tumbos de una nueva formación política a otra para que le devuelvan el favor, se ve que lo suyo no fue un asesinato ideológico, sino consecuencia de pasar hambre y tener que hacer encargos a terceros para poder cenar caliente. No es Pío Moa y le dan la espalda en todos lados. El INEM otro festival, su visita a la sucursal de Villaverde se desarrolla sin incidentes igual porque Reincidentes aún no habían sacado su inmortal apología sobre aplicar fuego a las oficinas de semejante infamia. Una chica con la que andaba liado le va ayudando a tirar con pequeños préstamos. Su futuro es el nubarrón que veía Sarah Connor al salir de la gasolinera al final de Terminator. Y, al igual que ella, se niega a que sea de esa manera, le planta cara al determinismo. Sarah conoce qué pasará si gana Skynet porque un emisario del futuro se lo dijo. El Rata no tiene quien le acuda a dar consejos desde la línea temporal venidera porque carece de ella, no existe el futuro para él. Pero sí que dispone de una información igual de valiosa que la que le manda John Connor a su vieja: conoce de primera mano lo peor que le puede pasar, sabe qué es estar recluido entre cuatro paredes. No tiene nada que perder.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Jark Prongo
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