Habiendo visto cientos de películas de zombis queda claro que destacar, o al menos ser visible, es algo que cuesta.
La combinación con humor, si bien ha dejado buenas obras, está aún más desgastada que el género clásico.

Y si juntamos zombis+humor sin ningún solo momento de interés o diferente el resultado es el que es, una película considerablemente mala.

Estamos ante una película sin origen ni final, cuyo desarrollo transcurre en un instituto.
Zombis clásico, algún toque de gore, y combates y resoluciones absurdas nos acompañarán.

El reparto es un ejemplo de estereotipos amplificados, a nivel de actuación, de estética y de diálogos.
Tenemos al empollón de las gafas, a la gótica friki, al camello, a la rubia atractiva con coeficiente de 70, al guaperas machacado de gimnasio.

Me atrevería a decir que ante este reparto, si hubieran hecho más hincapié en las relaciones entre estos habría quedado algo más interesantes. Pero ni siquiera en algo tan sencillo y básico han sacado la más mínima situación de humor verdadero.

En resumen, una peli informal, pero sin el mínimo interés, ni como zombis ni como humor.