Vaya por delante que nos encontramos ante un telefilm de los de sobremesa pero con una buena factura y unos intérpretes más que buenos. Tenemos a Jon Hamm (el genial Don Draper de Mad Men), Josh Lucas (Una Mente Maravillosa, Camino a la Gloria o J. Edgar) y Jessica Chastain (La Búsqueda, Criadas y Señoras o El Árbol de la Vida).

La historia va de desapariciones de niños y como sus padres (los masculinos en ambos casos) se vuelven locos buscándolos. El caso es que el modo de contar la historia me ha gustado bastante. No es nada innovador pero es de agradecer que no sea la típica historia lineal y se opte por narrar dos historias paralelas con 40 años de distancia que que tienen muchos nexos de unión. Algo así como El Padrino Parte II (perdóneseme la blasfemia, no estoy diciendo que esta peli sea del estilo de la de Coppola, digo que usan el mismo recurso narrativo).

En general es una película interesante, bien hecha y que te mantiene pegado al televisor con curiosidad por el final que, no por previsible, es bastante bueno. Si a esto le añades que siendo padre, te identificas bastante con el sufrimiento de los protagonistas, bueno, pues es una película altamente recomendable.