Notable película dirigida por Ford Beebe, prolífico realizador del que los eruditos cinematográficos de entonces solían decir: "Es un experto en hacer algo de la nada" aludiendo a su condición de artesano de serie B. En "La venganza del hombre invisible" el bueno de Beebe no solo cumple con la premisa anterior sino que ese "algo" se revela como una ejemplar realización desbordante de talento y de clase.
Concentrada en ochenta minutos, Ford Beebe nos ofrece una visión simplista y alejada del clásico de Welles "El hombre invisible", lo cual tiene más mérito si cabe. Se inventa una nueva historia, un nuevo y cautivador relato. Se apoya en una magnífica fotografía en blanco y negro de Milton Krasner. Envuelve a los personajes en niebla, lluvia y frío. A veces, en la calidez del hogar. Consigue así, sea cual sea la situación, una brillante y elegante puesta en escena. Es sobresaliente la secuencia en el salón-cocina del doctor Drury, en la que Robert va descubriendo los asombrosos logros del científico. Las interpretaciones son buenas, destacando, cómo no, la de John Carradine.
Por lo tanto, estupenda película la que nos regala Ford Beebe, a la que, a mi entender, solo le falta algo más de humor. La escena de los dardos está bien, pero no es suficiente. El hombre invisible puede y debe cachondearse mucho más.