Por ejemplo, el panoli to loco está con el pañuelo, la gallinita ciega que se dice nada menos, la andoba rubia huye con la chica, dan mil vueltas al retortero, se meten en el invernadero, cierran con llave, perfecto y ferpecto... todo en orden hasta que se da cuenta de que está él dentro, jajaja, no solo está como una regadera, de atar, de camisa de fuerza, los cables pelados o sueltos, sino que además tiene superpoderes, es invisible y se traslada a través del espacio tiempo como un relámpago y no como un trueno, cuando crees que me ves, hago chas y aparezco a tu lado, el rey del pollo frito, seguro, a por ellos.
Para este viaje no hacían falta esas alforjas, ni esa aflautada delicada banda sonora tan chula, ni esos actores esforzados, ni esa ambición estilística opresiva del maestro añejo, valía con decir lo siento, yo no he sido, esto no volverá a pasar jamás y ya, a rodar, como una piedra, a cantar contar milongas y que dios nos perdone y coja confesados si es que puede el pobre.
Ah, Noel Coward, lo parte como repugnante sierpe, un genio del más alto baboseo, siempre.
Y la policía llega justo a tiempo, para eso pagamos los impuestos, así da gusto, cómo se nota que estamos en la Gran Bretaña, que estos no son gringos, vivan la corrupción y la incompetencia, estos ingleses son mucho más cumplidores, no tan lerdos.