Esta "stravaganza" de Ambrossi y Calvo (Los Javis) de tintes absurdos y guión imposible, destila energía, buen rollo y un vive como quieras echándose unas risas que para sufrir ya está el mundo real. Puestos a creer prefiero un "cantaor por Whitney Houston" que un martirizado en una cruz. "Lo hacemos y ya vemos" es el mantra y la moraleja. Cada cual que siga su camino y cada mochuelo a su olivo que diría el otro. Y lo que han visto Los Javis es que su carrera sube como la espuma ya sea en televisión, teatro y ahora en cine. "La llamada" empezó en el hall del Teatro Lara de Madrid, pasó a la sala principal y de ahí a la gran pantalla y franquicia mexicana incluida.
Y que este "disparate" funcione se debe en buena medida a su plantel de actrices totalmente entregadas con una Anna Castillo y Belén Cuesta memorables. La modernidad y la nostalgia son revueltas y agitadas con acierto en un cóctel pegadizo y colorista, simplón y divertido sin mayores pretensiones. Los Javis salen más que airosos como nóveles directores ayudados por una buena edición que imprime el ritmo necesario. Parafraseando el conocido "hit" autobusero: "Que buenas son las hermanas ursulinas que nos sacan del sopor".

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