Un poderoso Digimon se apodera del mundo y mantiene atrapados a los humanos en un sueño profundo, por lo que los Digimon tendrán que enfrentarse al culpable y salvarlos. Realmente, la propuesta es buena. Los Digimon son los protagonistas en esta distopía que se plantea, algo que, si no me equivoco, no se había visto en otra película de la franquicia (y en esta serie es algo de agradecer porque mira que los personajes son poco atractivos de cojones). Pero solo dura poco más de 20 minutos; no se puede desarrollar casi nada lo que supondría el planteamiento y deja muchísimas preguntas sin resolver, por lo que es inevitable pensar que la idea se ha llevado muy mal a cabo.

Por lo demás, el dibujo está en su línea y la banda sonora pues son algunas canciones de la serie. Y lo mejor de todo es que Masaru, el peor protagonista con diferencia y uno de los peores personajes de toda la franquicia, tiene poco protagonismo.