Ya era hora de ver esta película después de que varias personas en algún momento de alguna conversación concreta ha salido como tema por ser una de las pocas experiencias de Jim Carrey fuera de la comedia y me decían que no era mala película. Desde luego que no lo es pero tampoco es una película que innove o sorprenda mucho al espectador si no una rayada mental sobre números, que sí, que te puede dejar pensando un rato pero que después se te va a olvidar completamente el número 23. Lo que más estropea a la película por decirlo de alguna forma es el final ya que se entiende una vuelta de tuerca muy notable en este tipo de película pero que ni tiene sentido, ni sorprende y mucho menos hay coherencia alguna, no le va a comer a nadie la cabeza pero bueno no se hace larga de ver y tiene sus momentos pero poco más.