Muchas veces criticamos de forma objetiva una película por su guión, montaje, efectos especiales, banda sonora, etc. pero ¿qué hay cuando ignorando todos esos detalles técnicos simplemente te dejas llevar e ignoras que ya eres todo un adulto y te ríes como un niño? Pues, no sé. Veía esta serie cuando tenía 12 años y aunque crecí (actualmente tengo 18, casi 19. Lo sé, no soy tan viejo) hay veces en la que no puedo evitar recordar series que nos hicieron pasar tan bien y veo Los Padrinos Mágicos una vez más. Recuerdo que por las noches la veía al lado de mi madre que también se desternillaba de risa con las ocurrencias de Cosmo y sus frases que quedarán para la posteridad.

Esos recuerdos definitivamente son impagables así como esta serie, es por eso que le doy ese 10 que a veces no se lo doy a películas que quizás lo merezcan para otros. No lo sé, soy muy nostálgico.