A una inteligencia artificial encargada de llevar un secreto edificio subterráneo donde los experimentos genéticos están a la orden del día, de repente se le cruzan los cables y se pone a matar gente. No tarda en llegar el grupo especial de reconocimiento ‘a ver qué ha pasado’ al que se unen los supuestos guardianes de la puerta del lugar, un falso matrimonio que no recuerda nada, y otro tío que andaba por allí.

Todos juntos se meten en las instalaciones y comienza la fiesta. A la inteligencia artificial homicida se une una horda de zombis, monstruos digitales y perros infernales. La cosa pinta mal. Por suerte entre las filas de nuestros héroes se encuentra una atractiva rubia experta en patadas giratorias, puñetazos, llaves, todo tipo de artes marciales, armas, saltar por las paredes… Menos mal que había perdido la memoria. Por suerte esa pérdida solo parece afectar a la expresividad.

Me resulta divertida la película, a pesar de lo mediocre que es, o puede que debido a ello. La historia es bastante mala y está contada de forma pésima. Está claro que la forma correcta de enfocarla debería ser el terror y no la acción. Carece de ambientación, tensión, intriga… Las escenas de acción son basura, y lo son porque están rodadas de forma pésima. Los efectos especiales, horribles.
¿Y qué me decís de esas casualidades tan maravillosamente absurdas? El tío que aparece en el momento justo a salvar el día; los zombis aparecen en el instante menos oportuno, lo mismo que la transformación; ¿sabes esa persona que conocías? Sí, se te va a aparecer como zombi, cuando estés solo, y lo sabes; y la mejor de todas, cuando los amnésicos recuerdan lo que ha pasado exactamente al mismo tiempo. Buenísimo.

A pesar de todo el cúmulo de defectos la película consigue ser entretenida, en especial si no te la tomas en serio. Tiene buen ritmo, Milla Jovovich logra colar como heroína de acción a pesar de sus limitaciones, ayudada por la ‘tía dura’ Michelle Rodriguez. Tiene unos pocos guiños al videojuego y un notable final. Se deja ver.