Y es que al parecer le habían ganado a Gael García Bernal la magnifica idea de retratar grupos de clase “alta” en reunión dominguera tiempo atrás, claro con las variantes suficientes para omitir la terrible comparación, como el rango de edad de la gente o la región, que en esta ocasión es llevada a cabo en el norte del país (aunque las dos películas tengan como fondo una casa con alberca) y presentarnos a un grupo de ex compañeros de equipo de béisbol cuarentones, reunidos para convivir y a su vez recibir una noticia que los orillará a despojarse de la hipocresía con la que viven diariamente.

Película muy débil de argumento y sin contundencia, que por momentos podría caer en el tedio; insuficiente llevar tantos personajes a cuadro y no poder justificar su presencia dentro del metraje, si para todo hay titubeo en como dirigirlos y concluirlos; diálogos predominantemente banales que muestran las preocupaciones de la gente para mantenerse en status y guardar apariencias; donde la actitud apática de algunos personajes rebasa la pantalla y lo transmite de forma irremediable. ¿Qué pasa?, ¿cómo buscar el crecimiento del cine regiomontano y en específico de esta productora, cuando hay notoria falta de convencimiento?

¿Cine por que sí? No es la mejor de las decisiones. En cortometrajes se encuentran historias más elaboradas muy a pesar del tiempo como principal obstáculo. ¿Por qué no aprovechar al máximo la inversión? Pulir el proyecto y olvidar por completo que los actores cubrirán las deficiencias presentes en guión y producción, las caras conocidas también resultaron desperdiciadas.

Película con gran “Déficit” creativo.