Nostálgico y melancólico drama "gangsteriano" en el que un serio sicario mafioso llamado Michael Sullivan (Hanks) es traicionado. Sullivan comienza entonces un camino, no de redención sino de venganza (llevando consigo a su hijo de 11 años (Hoechin), al que no desea el mismo futuro asesino que él ha llevado).

"Camino a la perdición" está rodada con un gusto absolutamente magnífico. Mendes conduce extraordinariamente esta maquinaría que posee un tempo excelentemente marcado (la trama se pasa sin darse cuenta), unas actuaciones decorosas y una cinematografía de matrícula de honor.

Es precisamente su exquisita cinematografía lo mejor de la película. Es de esas que solo se ven una vez al año (sin duda, la mejor del 2002). Tan buena es, que solo por observar el grano y las tonalidades del film, la elegantísima fotografía con sus verdes y ocres oscuros y sus lluvias, la composición de sus planos, el movimiento de la cámara o el desarrollo de algunas de sus secuencias ya merece la pena. El tono de cine noir está conseguido con una belleza absorvente y fascinante llena de lirismo y delicadeza.

Las actuaciones son notables todas ellas (a destacar a Newman en una despedida del cine a lo grande como mesurado capo, y a Hoechin espléndido como el hijo de Sullivan), y la historia que se nos ofrece es tierna y triste, con algún acertado punto de humor, interesantes climax y una exploración a la relación paternofilial muy fina.

Sin embargo hay varias una razones por las que "Camino a la perdición" no ha conseguido entrar en la vitrina de las enmarcables obras maestras del cine de gangsters como sí lo lograron "El padrino" I y II, "Los intocables" o incluso las cintas de Scorsese. No cabe duda que de que es una muy buena película... pero pudo ser una obra maestra y se queda a las puertas.

El problema es que es una película muy contenida y demasiado formulaíca, que pasa con excesiva formalidad y demasiado de puntillas por sus situaciones. A sus momentos les falta más intensidad, riesgo y personalidad en su guión y puesta en escena. Una cosa es que sea bonita y otra que sea implicante. Y "Camino a perdición" resulta tan sutil y comedida en su trama que es difícil que llegue a comprometer de forma conmocionante al espectador... o le haga soltar lágrimas continuadas por sus típicos personajes. Se pasa rápido pero sin un desarrollo excesivamente memorable. Y a Hanks, a pesar de estar correcto, le falta un toque de potencia en sus miradas como para llegar a absorver como debiera haberlo hecho.

En fin, que es muy fácil que "Camino a la perdición" sea recordada por la belleza de sus planos en su forma... pero no tanto por su fondo.

Lo mejor: La cinematografía (merecidísimo Oscar póstuma a Conrad Hall por este gran trabajo.
Lo peor: Al guión le falta un poco más de calado.