La volví a ver después de una noticia en el telediario donde hablaba del deseo de Elton John de que los fans crearan un vídeo sobre una de sus canciones legendarias que no tenía y que aparecía en este film, "Tiny Dancer" es su título. Recuerdo que cuando la vi por primera vez supuso para mi un descubrimiento y la tenía en mente como si fuera una de esas películas que te hacen reaccionar y te aportan alegría de vivir. La realidad es que su segundo visionado me dejó un poco cariacontecido y con ganas de decirme a mi mismo que demonios había estado pasando en mi vida para que sintiera tal cosa con una película como ésta que no es más que otra más, aunque te envuelva en ese mundo mágico de las estrella de rock setenteras donde parecía que todo era fiesta. Cuando uno pasa malas épocas cualquier cosa mínima la sobrevalora como si fuera besado por una santa (sí, ya sé que ser maltratador de la iglesia está de moda, pero yo nunca seguí las modas y así paso mi vida envuelto en mi particular rareza). Eso fue lo que me pasó.

El film es bueno. No obstante no sienta cátedra con nada y tampoco tiene porqué hacerlo. La cara de Kate Hudson me encanta, se ve una buena chica y una chica divertida al mismo tiempo y es una de las razones por la que gusta tanto la historia. Sin la alegría que aporta la chica, el film quedaría vacío porque el trabajo que hace el joven Patrick Fugit es muy soso debido a que es un actor muy limitado (si es que es verdaderamente un actor y no un niño de un sólo trabajo cinematográfico). La parte musical da el pego y algunos actores hacen su trabajo de quedar de guays o de tontos en una historia que refleja el pasado del director de la película cuando se convirtió en el reportero más joven de la revista "Rolling Stones", pero queda todo muy esquemático. Lo que aporta vida al film es el personaje de Hudson, la buena música que lo puebla (hablo, como no, de la canción de John, entre otras), y un ambiente que puede llegar a gustarte ya que se habla del mundillo de fiesta loca y vida vivida de las estrellas de rock de los setenta. Tiene más ruido que nueces en definitiva. Pero menos del 7 no le puedo dar porque tiene cierta alma.