... inyección letal de humor negro.
Letal porque tras la exposición durante ciento seis minutos, ante un medio audiovisual contemplando tal obra de arte, comprenderá que es la ración de comedia negra con trazas delincuenciales que le faltaba para saciar el apetito cinematográfico en este género.
El proceso de conversión mente, lápiz, papel meses antes en audio y vídeo (cine con mayúsculas), o lo que es lo mismo, la transformación de lo que inicialmente pudiera considerarse como un argumento limpio a la par que puro, por algunos considerado facilón, para mi transparente, sin tintes innecesarios, fácil de comprender y evidente en interpretaciones innovadoras, dinámicas y sobre todo hiladas como nunca antes se habían podido apreciar.
Los personajes deben ser analizados por separado, independientemente. Atisbo que a lo largo de todo el litigio de elaboración del film, en cada personaje se cuidan elevando al máximo exponente todos los detalles, hasta el más mínimo, desde el vocabulario, acento, vestuario, gesticulación… hasta los peinados y estados de ánimo de los mismos, por cierto con resultado macanudo.
El doblaje al castellano es excelente. Para los fieles, leales y devotos seguidores de Jason Statham, la voz del susodicho hace pensar que estemos ante otro Jason, aunque no disguste en demasía. Por lo que respecta a la narración de la trama por el profesional Santiago Segura… en fin… a ver si consigo explicarme con la siguiente alusión que en mi humilde opinión viene a cuento: “La Gioconda, también conocida como La Mona Lisa, fue pintada por el conocidísimo Leonardo da Vinci, gran obra de arte no? Vale, en eso me imagino que todos estaremos de acuerdo. En 1911 cuando el pintor italiano Vicenzo Perrugia roba el cuadro del Louvre, éste es apedreado y rociado con ácido por un hombre en el interior del propio museo. Si fruto de este contratiempo el cuadro tornase de tonalidad debido al infortunio contacto con el ácido, el cuadro, por muchas técnicas innovadoras que se usen en el restablecimiento y reconstrucción del aludido, ya no sería el mismo, aunque seguiría siendo La Gioconda de Leonardo da Vinci”. Algo así sucede con la narración de Santiago Segura y Lock, Stock and Two Smoking Barrels.

-->> Sigan leyendo, no se desvela ningún dato de la película en el "spoiler" ..//..