Ésta pequeña historia real funciona como un disparador de varios temas cruciales para la raza humana vigentes a través del tiempo y llegando a nuestros días.
La pobreza y situaciones de hambruna en África distan y mucho del concepto que europeos, sudamericanos o habitantes de Oceanía puedan conocer conforme a sus propios ciudadanos pobres. La pobreza es extrema y estructural y cuando la sequía, tras grandes lluvias, no permite cultivar en época apropiada para ello la aldea donde habita la familia de William Mamkwamba queda sometida a una hambruna brutal que implica racionalizar las comidas a una sola al día y de pequeñas porciones. El gobierno central del país amén de no estar en condiciones de poder ayudar a las aldeas comprometidas es notoriamente corrupto y ante el reclamo preventivo del líder político de la aldea reaccionan acallándolo con una paliza que deriva en su muerte. Instituciones crediticias mundiales como FMI no se ocupan del tema porque en ese momento habían sido derribadas las Torres Gemelas en New York y las "prioridades" no pasaban puntualmente por África y menos que menos por uno de sus tantos pobrísimos poblados. La educación en líneas generales en Malaui es muy cara (al igual que en el resto del mundo) y por supuesto que hijos de trabajadores de la tierra no pueden acceder a ella. Malaui no tiene riquezas minerales ni petrolíferas que puedan resultar atractivas al mundo moderno por lo tanto las grandes potencias mundiales lo ignoran igual que a una gran mayoría de otros países africanos. Tanto un Dios "moderno" como el o los dioses invocados desde tiempo inmemorial en el continente negro parecen haber abandonado a su suerte a sus habitantes y finalmente tan sólo la EDUCACIÓN, la voluntad y firmeza en recibirla más el ingenio en aplicarla terminan logrando que la aldea pueda extraer agua de pozo mediante el ingenioso molino diseñado por el adolescente de manera de sobrellevar la sequía y tener la posibilidad de sembrar dos veces en lugar de una en el año. Un pequeño pero enorme logro para la aldea y finalmente para el propio país que en un 90% vive de la agricultura. La película muestra con bastante dureza y credibilidad todo ello permitiéndose siempre dejar el mensaje esperanzador de un futuro mejor forjado por personas mejor instruidas......no es poco para lo que el cine actual suele brindar a la gente y aunque no existan las recomendaciones de grandes críticos ni los premios consiguientes al menos Netflix distribuye está pequeña joyita y los cinéfilos tenemos oportunidad de ver algo distinto pero sobretodo valioso.....bienvenido sea.