He visto American Beauty muchas veces.
Pero, cada vez que la veo descubro algo nuevo en ella; algo nuevo en Lester, en Carolyn o en cualquiera de los excelentes personajes y diálogos, que un genial Alan Ball en estado de gracia compuso a la perfección; y hablando de componer, la música de Thomas Newman eleva desde las marimbas del inicial "Dead Already" hasta la nostalgia y la tristeza del "Any Other Name", que coincide además con el gigantesco final de la película que se cierra en un corte de secuencia hacia una pantalla en negro y una frase en off; que pasaron a la historia del cine.
La dirección de Sam Mendes es novata pero con clase, una clase que este director inglés evolucionará desde ésta su primera película y obra maestra.
Sé que ha sido elegida la película más sobrevalorada de la historia, pero en mi humilde opinión no es así, estamos ante una cima no sólo cinematográfica, sino artística. Y para la gente que la considere mediocre y sobrevalorada, les doy mi más sincera enhorabuena por haber sabido encontrar un error en los platos de espárragos derramados, las rosas rojas por doquier o las gotas de sangre en los azulejos de la cocina, de una de las mejores películas de la historia.