Esta serie proporciona un aire fresco a la perspectiva que se tiene desde los medios de comunicación de la religión musulmana. Podemos ver dos tipos de musulmanes, igual que dos tipos de cristianos. Por un lado vemos el traficante musulmán y el traficante cristiano, los terroristas musulmanes frente a los corruptos cristianos y por supuesto los musulmanes y cristianos que solo quieren una vida mejor y tranquila.
Tambien vemos la perspectiva de la mujer, que no todo es como nos lo pintan, aunque aún tienen poco poder de decisión se pueden rebelar, y pueden expresar lo que piensan y tener una vida más dependiente de lo que vemos en otras series.
Y por supuesto, ¿que serie hay que no tenga una historia de amor? Y cuanto más imposible más bonita, una joven moderna y luchadora Fátima que, estando prometida, se enamora del nuevo jefe de la comisaria del barrio.
Se nota la colaboración de fondo de una educadora social en el realismo y respecto con el que se trata la historia de un barrio como El príncipe.