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Messer E Vork rating:
8
7.4
11,748
Comedy
Galindo works in a bank. One day he convinces the other employees in the bank to plan a hold-up in the bank they are working. They prepare everything carefully. However, real robbers come just before the fake ones. Written by Miguel A. Andrade
Language of the review:
- es
March 22, 2012
6 of 7 users found this review helpful
Recuerdo cuando vi "Atraco a las tres" por primera vez. En una vieja cinta VHS del año de la pera a la que le faltaba casi la mitad del metraje, pero aún así me pareció enorme. En verdad, es una comedia que merece el notable que le he puesto sobradamente. Es cierto que tiene las limitaciones de su época, consistentes en la obligación de ser ligeritos en lo que a crítica social se refiere (por ej., esa crítica a los bancos que supone la destitución del "extravagante" director que da créditos a quienes los necesitan aunque no sea seguro que vayan a poder devolverlos y su sustitución por alguien "normal", un tío estirado con traje y corbata que tiraniza a sus empleados, lame el culo a sus superiores y no abre el puño para soltar ni un céntimo que no pueda recuperar... y con intereses) y en un desenlace moralista fijado de antemano (el delito nunca gana, etc.). Por lo demás, López Vázquez y compañía componen sus personajes arquetípicos en una historia en la que todos se lucen que da gusto, sacándonos una sonrisa con su buen hacer mientras viven toda serie de desventuras durante la preparación del atraco perfecto.
PD: La única pega que le encuentro la detallo en spoiler, aunque tampoco empaña el conjunto y no impide que esta película sea plenamente disfrutable.
______________
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
PD: La única pega que le encuentro la detallo en spoiler, aunque tampoco empaña el conjunto y no impide que esta película sea plenamente disfrutable.
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SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Ya sé que es una comedia, que no hay que buscarle tres pies al gato y hay que creerse lo que te ofrecen. Y lo hago. Me creo el nada creíble plan del gang de Galindo. Sé que es un destarifo y que cualquier policía con más de una neurona los pillaría a la primera de cambio (¿o es que acaso no es sospechoso que durante el recuento del dinero se marchen tres empleados con una excusa absurda y justo luego aparezcan tres atracadores?), pero a pesar de eso me lo creo porque es que de estos personajes no se puede esperar otra cosa.
Lo que ya me chirría es el final. Estrictamente, es un desenlace acorde con la condición de comedia de la cinta y que cumple con las reglas. El dinero no se mueve del banco (el delito nunca sale bien), los gangsters van a la prisión (el delincuente siempre paga) y los pobres infelices fantasiosos, después de haber planeado un atraco (maaalo) y de haber luchado contra los cacos (bueeeno), se quedan tal y como estaban, con una mano delante y otra detrás.
Pero, ahora bien, en esto último es donde me falla el esquema. En que queden libres y no se sepa nada. ¿Por qué? Al fin y al cabo, hay alguien que sabe que ellos iban a atracar el banco: los auténticos atracadores.
López Vázquez le largó todo el plan a la rubia, ella a su novio ladrón y él a sus cómplices (y si los cómplices no lo sabían, las actitudes y frases de Gracita Morales deben haberles dado una pista, digo yo).
¿Por qué ninguno delata a Galindo y compañía? No pierden nada con hacerlo y además de paso se vengan de quienes les han impedido robar el dinero y han propiciado su captura por la policía.
Lo lógico hubiera sido que la rubia o su novio cantasen de plano y que los pobres infelices de los protas diesen con sus huesos entre rejas. Eso o que los atracadores murieran en el asalto y así no pudieran decir nada. O que los protas impidiesen el atraco pero los ladrones se escapasen y huyesen al extranjero (llevándose con ellos la verdad).
Aunque, bien pensado, ninguno de los tres finales sería "aceptable". Un desenlace con la banda de Galindo enchironada sería demasiado amargo. La muerte de los atracadores tampoco casaría en lo que al fin y al cabo no deja de ser una comedia española de los 60'. Y unos atracadores huidos, aunque sea con el rabo entre las piernas, son unos ladrones que han escapado a su castigo, que es la cárcel.
En fin, supongo que Forqué no tenía otra salida que "obviar" el posible testimonio de los cacos y tirar p' alante.
Lo que ya me chirría es el final. Estrictamente, es un desenlace acorde con la condición de comedia de la cinta y que cumple con las reglas. El dinero no se mueve del banco (el delito nunca sale bien), los gangsters van a la prisión (el delincuente siempre paga) y los pobres infelices fantasiosos, después de haber planeado un atraco (maaalo) y de haber luchado contra los cacos (bueeeno), se quedan tal y como estaban, con una mano delante y otra detrás.
Pero, ahora bien, en esto último es donde me falla el esquema. En que queden libres y no se sepa nada. ¿Por qué? Al fin y al cabo, hay alguien que sabe que ellos iban a atracar el banco: los auténticos atracadores.
López Vázquez le largó todo el plan a la rubia, ella a su novio ladrón y él a sus cómplices (y si los cómplices no lo sabían, las actitudes y frases de Gracita Morales deben haberles dado una pista, digo yo).
¿Por qué ninguno delata a Galindo y compañía? No pierden nada con hacerlo y además de paso se vengan de quienes les han impedido robar el dinero y han propiciado su captura por la policía.
Lo lógico hubiera sido que la rubia o su novio cantasen de plano y que los pobres infelices de los protas diesen con sus huesos entre rejas. Eso o que los atracadores murieran en el asalto y así no pudieran decir nada. O que los protas impidiesen el atraco pero los ladrones se escapasen y huyesen al extranjero (llevándose con ellos la verdad).
Aunque, bien pensado, ninguno de los tres finales sería "aceptable". Un desenlace con la banda de Galindo enchironada sería demasiado amargo. La muerte de los atracadores tampoco casaría en lo que al fin y al cabo no deja de ser una comedia española de los 60'. Y unos atracadores huidos, aunque sea con el rabo entre las piernas, son unos ladrones que han escapado a su castigo, que es la cárcel.
En fin, supongo que Forqué no tenía otra salida que "obviar" el posible testimonio de los cacos y tirar p' alante.