Sin duda una película irrepetible y llena de ternura y amor.
Un clásico, claro está, además de su popularidad es una película llena de valores y crítica social.
Chaplin, un personaje que salió de la auténtica pobreza y supo lo que significa vagabundear y la auténtica pobreza y él mejor que nadie para contarnos la auténtica realidad social de los pobres.
Eso sí, no utiliza esos dramas reales, utiliza el lado cómico que tanto le caracterizaba para narrar sus historias además de llevar a cabo unas críticas sociales que podrían perdurar hasta hoy en día, pues Chaplin no solamente critica el momento social sino que hace críticas sobre valores eternos como la maldad del hombre, su avaricia, su ganas de conquista y otros tantos.
El chico es un título inolvidable con momentos tan divertidos y precioso que no tienen época, hará casi cien años de esta película y todavía hace reír, todavía enternece a los espectadores y gracias también a esa música que más tarde añadiría él a la película.
¡Qué poco se necesita para contar tantas cosas!, una película de cincuenta minutos y con tanto fondo humano como cualquier trilogía de hoy en día y es porque Chaplin sabe contar lo imprescindible para saber llegar a nuestros corazones al mismo tiempo que realiza una estupenda crítica social.
A parte del tema hay que decir que el lado técnico es sorprendente además de impecable en ciertos momentos y eso se debe sobre todo a su buen estudio de cada escena pues aunque parece que está hecha a la ligera, pues ese es su toque, cada momento y cada peripecia esta genialmente estudiada y montada, un bravo para Chaplin pues consigue llevar a la pantalla de aquellos años un cine pulcro y bien cuidado y sobre todo tratado llevado con mucho amor y dedicación a la pantalla.
Al final cuando sueña, narra lo maravilloso que podría ser el mundo si todos fuesen ángeles, aunque ni estos son buenos…una vez más hace una crítica social con un sueño eterno, el amor entre los hombres.
Diviértanse con la película pero analícenla pues en ella hay mucho fondo humano.