¿Por qué ha tenido tanta mala prensa esta película? Pues por una única y muy simple razón: la directora es Madonna.
Parece ser que hay alguien por ahí que no le perdona a la Reina del Pop que se haya lanzado a esto de la dirección cinematográfica. La esperaban con los cuchillos afildos y no hubo piedad para ella. Y la verdad, es una injusticia, porque la realización de la diva no es ni mucho menos lo peor de la cinta. Muy al contrario, Madonna demuestra un manejo sorprendente de la cámara para alguien sin estudios ni experiencia como ella. Y sí, es verdad que en ocasiones más que una película parece un anuncio o un videoclip (como por ejemplo en la escena en que aparece por primera vez el personaje de Oscar Isaac), pero de vez en cuando la norteamericana obsequia al personal con transiciones muy elegantes (el mantel de presente convirtiéndose en el del pasado mientras es puesto sobre la mesa) y con una visceralidad sorprendente y bien entendida (ver las palizas y cómo están mostradas en pantalla). No se trata de darle ningún Oscar a la Mejor Dirección ni nada parecido, sino de dar al César lo que es del César: Madonna no es una inútil con la cámara. Tampoco es un genio, pero no merece el escarnio al que ha sido sometida.
Dicho esto, lo cierto es que la película no es nada del otro jueves. Se deja ver y punto. Podría haber sido mucho más interesante a poco que Madonna hubiese recortado el metraje y acelerado un poco el ritmo, demasiado lento, cansino y pesado. En ningún momento el guión logra transmitir la pasión por la historia de Edward y Wallis, y el interés por el drama matrimonial de Wally Winthrop sólo se mantiene por la excelente interpretación de Abbie Cornish. La australiana, siempre maravillosa, vuelve a demostrar su versatilidad y su capacidad de expresión y de emoción en el personaje mejor escrito de la historia. No cabe olvidar tampoco a una fantástica Andrea Riseborough.
En definitiva, una película suficiente, poca cosa debido a su fallido guión, pero no tan abominable como se ha dicho.

Lo mejor: Abbie Cornish, que eleva mucho la calidad del conjunto cuando está en pantalla.
Lo peor: Es muy sosa, muy lenta y aburrida en muchos momentos.