La verdad es que esta película sólo se comprende dentro de la filmografía de alguien como Guy Ritchie por ser, en aquel entonces, flamante esposo de Madonna. Este es un producto supuestamente para lucimiento de la Reina del Pop, que seguro acordaron entre los dos. Me imagino a la Ciccone, encantada de la vida, pensando que esta era su oportunidad de brillar como actriz, ahora que su marido era un director de cine, y además muy prestigioso y de moda en aquel momento gracias a Lock & Stock y sobre todo Snatch.
El problema de Barridos por la marea es que es mala, sorprendentemente mala. Los diálogos producen risa, la mezcla de drama, comedia y romance es espantosa, y casi parece una broma por la nula capacidad que tiene de conseguir nada. Ya la cosa alcanza cotas insuperables cuando la acción se traslada a la isla. El tedio se mezcla con la risa no pretendida y el resultado es esperpéntico. Y Madonna, pues qué decir... es una de las figuras más importantes de la historia de la música popular, pero como actriz jamás ha sido gran cosa, por mucho que se esfuerce, y aquí está la prueba de ello. Lo tiene todo a su favor, es un producto diseñado de arriba abajo por y para ella, y aun así está al nivel de la película, es decir, dando mucha vergüencita ajena. El resto del reparto no merece ni ser mencionado (pobre Adriano Giannini).
Tremebunda.