El hombre elefante es una belleza de película. Una de las historias más hermosas jamás filmadas, seguramente. y una de las más terribles.
No por Joseph Merrick, por supuesto, sino por esa sociedad cruel y deshumanizada que era el verdadero monstruo (tanto los que lo exhibían como una mercancía como los que pagaban por verlo, ojo). David Lynch, en forma de obra maestra cinematográfica, nos hace un retrato del hombre en su esencia, de lo que nos hace hombres, que no es nuestro exterior sino nuestro interior. Es también la película una oda a la amistad entre los personajes que interpretan maravillosamente John Hurt y Anthony Hopkins. Se suele destacar más el extraordinario trabajo de Hurt, a quien ni todo ese maquillaje puede quitar el protagonismo de una interpretación llena de sensibilidad, pero lo de Hopkins es también de otro planeta (ver ese primer plano que tiene cuando ve por primera vez a Merrick, mientras le caen las lágrimas).
En definitiva, una película bellísima, prácticamente perfecta. Un clásico.

Lo mejor: Todo
Lo peor: Nada