Doble identidad: Jaque al MI5 es un thriller más de espías. Ya está. Es correcto, está bien para pasar la tarde con él, pero nunca consigue destacar por encima de la media ni tiene nada que la haga especial. Tiene buena factura (es inglesa, ¿qué otra cosa cabía esperar?), es más o menos entretenida, tiene acción, misterio, etc, pero se parece demasiado a decenas de films previos del mismo tipo, desde Bond y Bourne hasta La intérprete o cualquier otra cinta actual de espías, que hay muchas.
Entre los actores, Kit Harington sigue demostrando que, más allá de su personaje de Jon Nieve, no tiene mucho más para ser protagonista en solitario de una película o héroe de acción. Tiene siempre la misma cara, con esa expresión doliente que tan bien le va a su personaje de Juego de Tronos, pero su truco interpretativo empieza a ser muy obvio. Mucho mejor cuando no se toma en serio a sí mismo, como en 7 Days in Hell (TV).
En definitiva, una propuesta suficiente pero bastante anodina en su conjunto.

Lo mejor: Esa técnica del cine británico, siempre tan elegante y bien hecho.
Lo peor: Es plana, suena mucho a muchas películas previas y no entusiasma nunca.