Después de escuchar a diestro y siniestro que Los 4 Fantásticos y Silver Surfer es mejor que su predecesora, ayer vi la película y confirmo tal opinión. es muchísimo mejor que la primera. Pero éso, que tampoco era muy difícil de conseguir, no significa que la cosa sea para tirar cohetes.
No deja de sorprenderme que los responsables de la película no se hayan preocupado lo más mínimo por otrogar cierta trascendencia a la historia. Y con trascendencia no me refiero a lecciones de filosofía, sino a dar profundidad a los personajes y elaborar más la trama. Si los únicos tormentos de los personajes es el acoso que sufren por parte de la prensa o la falta de una novia estable, entonces apaga y vámonos. En ese sentido estos fantásticcos tienen mucho que aprender de sus parientes lejanos (o no tan lejanos), los X Men, cuyas películas sí resultaron emocionantes. Aquí nada de lo que ocurre despierta sentimiento alguno en el espectador, lo cual tiene una parte buena (no es en absoluto aborrecible, como Transformers) y otra mala (la ya citada ausencia de profundidad).
Sin embargo, esta secuela parte con la ventaja de tener, esta vez sí, un argumento a desarrollar desde el minuto 1, y unos medios mayores, lo que se traduce en mejores secuencias de acción. Destaco el clímax final, en especial la imagen de Galactus. Pocas veces he visto algo tan impresionante. De los actores, cabe resaltar el dominio absoluto de Julian McMahon, Doug Jones (extraordinario como Silver Surfer) y Ioan Gruffudd (mucho más simpático que Chris Evans), mientras que Michael Chiklis, el citado Evans y Jessica Alba provocan la indiferencia más absoluta (el primero) y la irritación (los otros dos, dos caras bonitas sin más talento que el de explotar su físico en la pantalla).

Lo mejor: Ioan Gruffudd y las secuencias de acción.
Lo peor: Es totalmente intrascendente, y roza el ridículo en ocasiones, como el epílogo en Japón o la primera vez que Johnny intercambia sus poderes con Sue (pésimo doblaje el que le hacen a Alba).