Les voy a hablar con el corazón en la mano.
Si un aficionado, amante de Fritz Lang, no hubiera visto esta película y me preguntara si se la recomendaba, le diría que sí con los ojos cerrados. También a cualquier amante del cine clásico en general porque me parece que la cinta contiene casi todas las cualidades del genio. Esas atmósferas opresivas, esa fotografía tenebrosa, bellísima e inquietante, esa constante obsesión suya en la indagación del mal y que a todos nos fascina, ese realismo pesimista que nunca le abandona.
Además, en esta película ( yo no he visto todavía la versión muda) hay una mezcla de géneros. El fantástico con el policial o cine negro en donde se aventura en lo que luego sería rey.
Pero, sin embargo, si una persona que nunca hubiera visto una peli de Lang me preguntara con cual le recomendaría empezar, nunca, nunca, le recomendaría empezar con ésta.
Porque ni me parece la mejor, ni la más accesible ni la más redonda y, ni siquiera creo que haya envejecido bien.
En la página principal de esta ficha he leído al crítico comentar que esta película es de una modernidad apabullante por su montaje paralelo que acrecienta la tensión, su desenlace en forma de clímax de acción y, en fin, por sentar las bases de muchos thrillers actuales.
Pero yo debo de ser muy anticuado porque a mí me ha parecido muy irregular. Su ritmo no es siempre el adecuado. Hay momentos que incluso se hacen lentos y pesados. Tampoco la historia me parece de lo mejor. Es posible que en su tiempo fuera lo más y ese discurso acerca de la megalomanía y la estrategia a seguir para dominar el mundo fuera lo verdaderamente apabullante y visionario pero hoy ya no. Desgraciadamente, megalómanos y herederos a saco y no sólo Hitler.
Es curioso que sea la investigación policial, es decir, lo que claramente seguimos viendo a día de hoy, lo que más me guste y el comisario me parezca el mejor personaje.
En la parte fantástica, esperaba mucho más del Dr Mabuse o del Dr Baum. Que sí, que vale, que es una alegoría sobre los totalitarismos y demás, cómo germinan y cómo seducen y también cómo se transmiten. Vale, vale.
Pero Lang, en mi opinión, ha sabido denunciar con más fuerza y contundencia eso mismo en otras películas suyas y con muchísima más emoción además.
Si confeccionara una lista con las mejores películas de este director, esta película no estaría, para mí, ni entre las diez primeras. Y a pesar de eso va un 7, más que nada, por pura lealtad. Sentimental que es uno.