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harryhausenn rating:
8
Drama Paula is back to Paris but she is broke and finds all the doors closed. Far from being nostalgic, she drowns in Parisian life.
Language of the review:
  • es
December 10, 2017
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Jeune femme, Cámara de Oro al mejor debut en Cannes, es el retrato de una joven abandonada por su novio en una ciudad demasiado hostil "que no ama a la gente". La película sigue el recorrido de la protagonista, intentando encontrar techo y trabajo tras encontrarse en la calle. Un pitch convencional pero que permite fijar la atención en la construcción de un personaje fascinante, centro de la película y de la frescura de la puesta en escena.



La película comienza con Paula sufriendo una crisis nerviosa por la que pega un cabezazo contra una puerta. En el hospital, llena de ira, agrede verbalmente al personal. Laetitia Dosch da rienda suelta a su expresión a la vez que Serraille sigue los aspavientos de la actriz manejando la cámara al compás de su actuación. Desde el principio vemos la inestabilidad del personaje, desatada en cólera, para recordarnos a lo largo del film que la joven es una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento.



Paula ha de empezar de cero. Ha vuelto a París tras desconectar una temporada en México para encontrarse a sí misma y lo primero que le ocurre al poner un pie en la ciudad, supuestamente recuperada de sus fantasmas, es el derrumbe de todo su mundo. Sin casa, sin dinero, sin el hombre que la infravaloraba tanto en público como en privado, pero que en cambio siempre le sirvió como protección y comodidad.



Está sola y tiene que construirlo todo por su propia cuenta. La frustración de los fracasos que se encadenan suponen la fuerza para no rendirse. Un hostal polvoriento, un cuarto de criada, un trabajo de niñera, otro de vendedora... contratiempos que más que derrumbar a la heroína, la emponderan al verse salir victoriosa de la adversidad. Malos tragos que van curando la herida del abandono. Al igual que esa cicatriz de su frente que va desapareciendo paulatinamente hasta el plano final, en el que la mujer de mirada bicolor, con un ojo azul hielo que mira al pasado y otro ojo verde esperanza que mira al futuro.

Mitad Gena Rowlands, mitad Greta Gerwig. Una mujer que no cabe en el molde que la sociedad había fabricado para ella. Una mujer que pone a la cámara bajo su influencia, siguiendo sus movimientos desacompasados que sin embargo guardan una armonía propia. Una mujer con problemas reales, actuales, que hablan a una juventud que se agobia con la imposibilidad de un plan futuro y que ve la vida pasar, porque "treinta y un años son casi cuarenta".
harryhausenn
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