Click here to copy URL
Spain Spain · Las Palmas
Gekah rating:
7
TV Series. Sci-Fi. Thriller. Horror. Drama TV Series (2011-2023). 5 Seasons. 22 Episodes. A television anthology series that shows the dark side of life and technology.
Language of the review:
  • es
January 17, 2018
1 of 3 users found this review helpful
Sigo esta serie desde hace bastantes años. Si no recuerdo mal estaba a punto de emitirse la segunda temporada cuando empecé a ver la primera. Quedé tan impresionado que vi los tres capítulos del tirón, la misma noche. Y en cuanto se emitió la segunda hice lo mismo (no sin previamente volver a visualizar la primera temporada, ritual absurdo, teniendo en cuenta que los capítulos no tienen nada que ver unos con otros).
Había encontrado una serie diferente, atrevida, oscura, crítica, casi premonitoria, que nos avisaba a gritos de la distopía que se avecinaba.
Encontré verdaderas joyas como "Tu historia completa", "Oso blanco", "Quince millones de méritos" y "El himno nacional" (en ese orden).

Llegó White Christmas y flipé, sencillamente flipé. Otro capitulazo que no hizo sino afianzar aún más la opinión que yo tenía de la serie.

... Y en eso llegó Netflix.

Al enterarme de la noticia de que Netflix había comprado la serie me "preocupé". Conocía la productora y había visto algunas de sus series punteras. Leí que iban a hacer temporadas más largas. Que la serie iba a pasar de manos británicas a manos estadounidenses y que, por ende, el elenco norteamericano iba a crecer, en contraposición al británico.
Nada de eso me gustó. No me auguraba nada bueno. Aún así decidí darle una oportunidad y un voto de confianza a Charlie Brooker y su (tan buen) criterio, demostrado anteriormente.

Llegó la tercera temporada. Lo notaba. Algo había cambiado. No era mucho. No sabía exactamente el qué. Pero la serie ya no me transmitía el mismo mal rollo que en sus dos primeras temporadas y su especial de navidad. La crítica seguía ahí (al menos en la teoría), los argumentos no desentonaban del todo con sus antecesores, las interpretaciones (la mayoría) estaban a la altura, algunas incluso destacaban bastante (la protagonista de "Caída en picado" lo borda), pero faltaba algo.
El mal rollo, la oscuridad, la ironía cruel, el sarcasmo, lo visceral, lo crudo, el "espejo negro" ahora tenía algunas luces y colorines y ya no daba tanto mal rollo.

Netflix metió la mano y se notaba. La obra se había americanizado y se notaba. La creatividad se había diluido al duplicar los capítulos sin duplicar el plazo, y habiendo utilizado ya todas las mejores ideas que Charlie Brooker podía tener pensadas de antemano y se notaba. Netflix vio una gallina de huevos de oro que no estaba siendo explotada como es debido y decidió aprovecharlo, y por el camino corrompió el "producto".

Una serie autoconclusiva que era todo misterio empezó a levantar un "hype" bestial antes de cada temporada. La publicidad, la propaganda, no sólo creaba máxima expectación para una serie que ya había usado sus mejores cartuchos en las temporadas anteriores, sino que se dedicó a cargarse la sorpresa publicando constantes informaciones internas, carteles, nombres de capítulos, sinopsis de los episodios, elenco de interpretación, de dirección, de guionistas.
Toda información que pudiese servir a Netflix para darse publicidad y promocionar la serie era usada y abusada. Y eso, sumado a que las nuevas entregas ni de coña estaban a la altura de las anteriores restó calidad a la serie de una forma incuestionable.

La tercera temporada ya empieza a dar el giro de timón:

El primer capítulo (Caída en picado) tiene un argumento bastante atractivo y una interpretación inmejorable por parte de su protagonista, pero a pesar de transmitir el agobio y estrés que su argumento exige, no llega a dar mal rollo del todo. No hace que veas el capítulo en primera persona en ningún momento. Te mantiene en la tercera persona observando como la prota se mete, previsiblemente, en un hoyo en el que el espectador no se metería jamás. Y eso crea una distancia entre obra y espectador que le resta puntos. Además todo está vestido con una ambientación tan "disney" que resulta más pasteloso que distópico. Es decir, el argumento sugiere una cosa y la estética sugiere la contraria. Es como una versión light de una buena idea de Black Mirror. Y este es el capítulo que más me gustó de la tercera y que más creo que sigue el patrón de la serie que originalmente fue.

Luego tenemos el del trotamundos con la casa/videojuego que... está bien... normalito, nada del otro mundo.

El de "Cállate y baila" que es de los que más se salvan también, aunque la tecnología es más teórica y presupuesta que presencial, y sigue estando filmada de un modo bastante descafeinado.

San Junípero: capítulo muy sobrevalorado, que además de pasarse por el forro todo el espíritu de Black Mirror y darle un final feliz, sin moraleja y sin nada, resulta bastante monótono, aburrido y pretencioso. Apelando a la nostalgia gratuita de forma facilona (como sólo Netflix sabe hacerlo, Stranger Things dixit) metiendo canciones exitosas de cada época a la que van, con sus correspondientes ropajes y estrenos de cine (para que el publico se identifique y entreguen eufóricamente los dólares al estilo Fry) y con una historia de amor lesbica/interracial para tratar de llegar al mayor grupo posible de personas en esta actualidad de corrección política donde sumas puntos si metes ciertos personajes (no importa si dichas lesbianas son estereotipos andantes, si su relación nace del típico e inverosímil "flechazo a primera vista", ni si la mojigata le dice que no 4 o 5 veces a la espabilá antes de acabar cediendo, como en una relación convencional entre chuloplaya y empollona). Netflix no cuenta una buena historia. No arriesga, no desafía, no incomoda. Netflix juega a ganar. Y ganar, hoy en día, tiene un camino rápido y ultra-explotado, y es el del fan-service.


(Sigo en Spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Gekah
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow