La primera pregunta que me hago al terminar de ver esta sobrevalorada película es si realmente he visto lo mismo que muchos críticos y público que le lanzan halagos constantes.

No me gustaría entrar en detalles de la película sin antes hacer una breve caracterización del tan reconocido pero a la vez tan pésimo Ryan Gosling. Su cara, que bien se le podría llamar cartón, refleja las 'cualidades' de la película, siendo soporífera, cansina y desquiciante. El director, por tal y cómo enfoca la película, entiendo que le haga actuar de esa manera tan frustrante, pero alguien le tendría que pegar un par de cachetes bien dados para que se le cambie esa cara sin expresión, porque en los buenos momentos, no sabe ni sonreir.

Respecto a la película, mi aprobado se rige por la banda sonora, la cuál me parece correcta y en muchos casos hipnotizante, la ambientación cuidada y los planos aéreos de la ciudad. Todo lo que no hace referencia a esto me parece básicamente un bodrio. No hay apenas diálogo, y cuando existe no tiene ni gracia ni chicha; y para mí el diálogo en una película marca las diferencias. La película en si es cansina, con largas escenas donde nos tenemos que tragar la magnífica gesticulación de Gosling, y aunque se intenten intercalar escenas sangrientas sobrecogedoras (por cierto, buen intento tarantinesco), éstas son desproporcionadas y anárquicas.

Cuando vi que era la película mejor valorada del año 2011 por la gente y con un 7,2 de media a sus espaldas, decidí que tenía que mirarla. Suerte que un amigo cinéfilo me avisó con antelación que no me esperara algo digno de ver. Así pues, recomiendo que la veáis, no por su calidad evidentemente, sino para poder apreciar que la nota que la presenta es inmerecida.