Llegas al cine preocupado de que la peli no vaya a ser un fiasco y que no sea un Rambo IV, un Rocky VI o un Terminator III, así que estás alerta para no venderte demasiado fácil, sin querer hacerte ilusiones por nada del mundo. Pero la película va pasando y vas viendo cosas: Indy siendo sacado del coche y recogiendo el sombrero del suelo, guiños al pasado, chistes típicos y que siendo tan inocentes dibujan una sonrisa en tu cara..., empiezas a pensar que la película es buena, y empieza a ganar posiciones, empiezas a creer que es mejor que El templo maldito (para mi la peor de las 3 primeras). Y por fin llegan a la tumba y te encanta, es lo que estabas esperando, hasta que aparece la puñetera (perdón pero estoy un tanto mosca) calavera alargada, con los huecos de los ojos grandes y alargados y con propiedades físicas desconocidas en la tierra, y entonces dices oh, oh!
Y al final todo es lo que parece, porque por lo menos yo esperaba que todo tuviera una explicación que no tuviera que ver con el fenómeno OVNI, pero no, se ve que para los americanos despierta el mismo tipo de interés el Santo Grial que el Área 51, y las dos cosas son interesantes pero por favor no las mezcléis más.

La película es perfecta y es cierto que tanto las culturas precolombinas como la egipica han sido relacionadas siempre con extraterrestres (o entes multidimensionales), pero sinceramente que mi saga de películas preferida de cuando era pequeño termine con Indy mirando un platillo volante me pareció bochornoso. Ojalá, que se den cuenta a tiempo y saquen un final alternativo, aunque sea que maten a Indy por el camino y no se sepa el final nunca...jaja.