“Grease” irrumpió la pantalla grande por la puerta grande como celebrado musical y llevó al dúo Travolta-Newton John a los altares de la fama con sus rocambolescas canciones muy de los cincuenta pero con unos aires “chic” de los setenta en cuanto a la popularidad que se ganaron, aún perdurable. Los, o más bien dicho, las fans llenaron las salas para encandilarse con una pareja que se mueve con sus amigotes de institutos a ritmo de canciones, gomina, carreras de automóviles y a ver quien se lleva la palma por ser el más chuleta del Instituto.

Antes de los créditos se nos presenta un breve prólogo romántico en un día a finales de verano donde Sandy (Olivia Newton-John) y Danny (John Travolta) acaban de conocerse y en el momento de separarse se resignan a comprender que ése verano no volverá jamás en sus vidas. Y empiezan los títulos iniciales con el tema que da título al film, letra y obra de los Bee Gees (que ya darían un empujoncito a Travolta con “Fiebre del Sábado Noche”) con el inicio del curso en el Instituto Rydell. Todos vuelven a la rutina pero el reencuentro de la pareja les provoca un “shock” inesperado a sus corazoncitos de algodón y del que se resignarán a salirse de sus papeles habituales; ella, tímida, pija y puritana (contrariada por las otras chicas con la canción “Look at Me, I´m Sandra Dee”) y él con su orgullo de machote chulopiscinas (demostrado en el ya clásico baile de “Grease Lightnin” en el taller) que, entre otros números ya conocidos y celebrados con sus compañeros, por parte de ella, Rizzo (Stockard Channing) y, por parte de él, Kenickie (Jeff Conaway). Durante el curso tendrán que resolverse sus problemas en la pista de baile improvisada en el gimnasio o verse con la pandilla de los Escorpiones para lanzarse a una brutal carrera por unos canales.

Los bailoteos y modos de andar de Travolta se hicieron la mar de populares en su hortera improvisación del personaje de Danny Zuko y su reencuentro final con una rizada y no tan inocente Sandy Olsen el día de graduación. Pero, especialmente, éste film para el recuerdo grabado de una generación y de las posteriores, quedará en sus canciones más tarareadas que visionadas en una banda sonora que vendió millones de copia en todo el mundo.