Con un título en inglés que si se hubiera traducido literalmente nos resultaria risible (Rabbit- Proof Fence;Valla a prueba de conejos), Phillip Noyce (Calma Total) regresó a su Australia natal para rodar este film (con aires telefílmicos) sobre tres hermanas que degradadas bajo la protección de la ley de aborígenes, fueron separadas de su madre para ser reeducadas como blancas debido a su condición de mestizas. Dicha ley, creada a mediados del siglo XIX y derogada en los sesenta, aislaba a los nativos de sangre con el fin de protegerlos. Pero la verdadera intención era que los descendientes mestizos podían utilizarse como personal de servicio (criadas, mayordomos, etc...), para preservar el colonialismo británico en Oceanía.
La fotografía y la música, excelentes compañeras en la odisea de vuelta a casa de las tres niñas, son obra de Christopher Doyle y Peter Gabriel respectivamente.