Aquí vuelve John Cena, damas y caballeros. The Champ is Here. El un montón de veces campeón de la WWE vuelve al cine después de la adorablemente cutre "The Marine" (en España "Persecución Extrema" ¡¡¡¿¿¿???!!!).
¿Y qué podemos decir de ella?
Pues que 12 rounds (me niego a llamarla 12 pruebas, llevo viendo el trailer con su título original meses en el Monday Night RAW) es previsible, ilógica, la pruebas que le pone son tan poco inspiradas como disparatadas y la acción es Serie B 100%.
Conclusión: Vaís a ver explosiones, gente corriendo con prisas, un malo muy malo, un John Cena muy cachas y muy acartonado y que no te lo crees fuera de un ring, un amigo negro (como no), y un montón de secundarios que no le importan a nadie.
Y viendo a John Cena corriendo por ahí para arriba y para abajo, y regalándonos un montón de acción casposilla, me di cuenta de que él había cogido el testigo. Era el nuevo Chuck Norris. Recordé Delta Force 2 y Desaparecido en Combate, pensé en "The Marine" y "12 Rounds" y dije: "Que horror, cortadas por el mismo patrón", (aunque no olvidéis que Chuck Norris sólo necesitaría media patada giratoria para acabar con John Cena).
¿Por qué la apruebo, entonces? Pues porque películas como esta son necesarias, para mantenernos inocentes, para creernos que este cachas puede hacer todo esto y sobrevivir a mil explosiones, caídas, disparos y puñaladas. ¿Y por qué me lo creo? ¡Porque es John Cena!
Aún hacen falta heroes cutres de segunda para que podamos preguntarnos: ¿Quién ganaría Seagal o Van Damme? Hacía falta sangre nueva para los fans de la testosterona, porque los grandes de la caspa pronto colgarán las botas, la pistola y los cuchillos.
Y aún queda quien quiere ver a un heroe de acción de 2ª partiendo unas cuantas caras.