Siempre he pensado que la trilogía nueva de SW tiene una característica extraña: todos sabemos que no es TAN buena, pero no nos resistimos a revisionarla, ¿por qué?, sencillo, son entretenimiento puro, algo que siempre se agradece. En esta nos cuentan la caída de la orden Jedi por los ardides del malvado emperador (pero malo, solo hay que ver como se rie) y la llegada de Darth Vader al lado oscuro. Esto último está un poquito cogido con pinzas, debido en parte a la inexpresividad del actor Hayden Christensen, que o está con el ceño fruncido o pone una cara forzada de malo maloso pero sin dejar de parecer un niñato.

Las interpretaciones, justitas. El mejor es Obi-Wan, caracterizado cojonudamente bien por McGregor, un tipo que me cae bien desde Big Fish y que se come entero al niño-moco durante la pelea en Mustafar. Natalie Portman no hace más que poner cara de triste y abrazar al rubiales hablando de amor barato y Windu, bueno, se deja cortar por el jedi-moñas. Hago mención especial a Yoda, que se sale metiéndose sablazos con el emperador, hasta me emocione y todo.

Por cierto que el combate entre Obi Wan y Anakin me recuerda mucho al del pollo y Peter Griffin, atentos a lo absurdo de estar cambiando constantemente de localización para dar dinamismo a la peli (pista de aterizaje, sala de control, pasillo exterior, las barandas y el equilibrismo, la torre en llamas, las lianas...), cuando te das cuenta te da la impresión de que te toman por tonto.

Salvando fallos, decir que esta conclusión me parece adecuada al fin y al cabo para la trilogía "mala", pero que deja la sensación de sobrecarga de "special effects" de la que carecía la trilogía "buena" y que tanto carisma le aportaba esa carencia.