Correcta adaptación, ágil y comedida (porque en realidad el texto se presta para un desbarre importante) de un libro que es un auténtico asalto a la inteligencia. Dan Brawn tuvo suerte, se hizo millonario escribiendo estas cosas. Pero no nos lamentemos, el mundo es así y el dinero, al parecer, no da la felicidad, pero es posible que ayude al autor a la abstinencia. Espero que le pase lo mismo a Paulo Coelho, en realidad no lo leo, pero me molesta hasta ver su careto en una página de una revista que cae circunstancialmente en mis manos a causa del tedio propio a la espera en la peluquería.
Roma es muy bonita aúnque este tipo por poco acaba con ella. Lo más increible son esas persecuciones explosivas sin un solo muerto por atropello; el que conozca esa magnífica ciudad se dará cuenta de que esa es la parte más inverosimil de la historia (más que un San Fermín en Sevilla).
Si la ves con deportividad hasta puede que te eches unas risas.