La película empieza de forma magistral, un largo falso plano secuencia donde se despliega un enorme número musical perfectamente filmado. Bailes coreografiados, canción alegre, ritmo y alegría. "It´s another day of Sun!" El Sol vuelve a triunfar, el Sol siempre está ahí y nos llena de esperanzas, alegrías y fuerzas para afrontar el día a día y conseguir nuestras metas.

Y con este magistral número comienza el musical de nuestra generación. Un musical que demuestra que tenemos ganas de pelear por lo que es nuestro, de esforzarnos por cumplir nuestros sueños, de soñarlos profundamente y trabajar activamente por ellos. Y que no por ello se ama menos o se ama peor. Quien se quede en que esta película es simplemente un chica conoce chico no ha entendido absolutamente nada. La La Land es un canto al Sol Invicto y a los ideales de Apolo. Su maestría técnica le ha valido a Damien Chazelle a ser el director más joven en alzarse con la estatuilla a mejor director. Las interpretaciones de Emma Stone y Ryan Gosling son magistrales, con sus incontables registros, sus bailes y sus números musicales.

La La Land es una película perfecta que llena de esperanzas y determinación para afrontar los sueños y las metas que tenemos en la vida. Por eso es una película que canta al Sol Invicto, porque siempre habrá un mañana lleno de esperanza.