Click here to copy URL
China China · Qingoco
Txarly rating:
10
Musical. Comedy. Drama Everyone loves a legend, but in Chicago, there's only room for one. Velma Kelley (Zeta-Jones) burns in the spotlight as a nightclub sensation. When she shoots her philandering husband, she lands on Chicago's famed murderess row, retains Chicago's slickest lawyer, Billy Flynn (Gere), and is the center of the town's most notorious murder case, only increasing her celebrity. Roxie Hart (Zellweger), seduced by the city's promise of style ... [+]
Language of the review:
  • es
March 2, 2006
63 of 94 users found this review helpful
La puerta que Moulin Rouge abriera el año anterior la aprovechó espléndidamente Rob Marshall rodando la joya llamada Chicago. Más accesible para el público que la producción australiana, y escrita por el gran Bob Fosse para el teatro dos décadas atrás, la película nos sumerge en el mundo de la fama efímera, de la mentira como norma y de la estupidez de los medios de comunicación.

Los números musicales son simplemente magistrales. La fotografía es, para mi gusto, una de las diez mejores que he visto en más de tres mil películas. Las actuaciones son excelentes. Que Renée Zellweger no diera el tipo no es óbice para bajar nota en un musical como este. Lo compensan sobradamente la Zeta, Gere, la reina negra y el estupendo marido engañado, el gran John C. Reilly, quien realiza una interpretación soberbia. Los decorados y la técnica con la cámara no admiten vituperio alguno. El maquillaje y el vestuario ídem. El sonido es deliciosamente demoledor. La banda sonora obvia. Y me pregunto yo... por qué sólo seis Oscars?

La historia de las asesinas es cuando menos compleja. La única mujer inocente (la húngara) es la que en el estupendo número presentación de las seis asesinas que compartirán calabozo con la novata lleva en la mano un pañuelo de seda blanco recalcando su inocencia. Lo que luego ocurre es por todos sabido. Todo el film es una sátira anti-administración y anti-sensacionalismo, y la ácida e irónica crítica que se desprende en toda la proyección del Chicago años 20, bien puede ajustarse a los tiempos de hoy en día, dónde cualquier meapilas y botarate del Gran Marrano o de su puta madre, puede llegar a matar para salir cinco minutos en cualquier reality de mierda. Si todo ello lo aderezamos con unos números musicales de quitarse el sombrero como el protagonizado en la sala del juicio por el sr. Gere, pues nos queda un musical que pasará a la Historia del Cine como uno de los más grandes. Y con justicia. 9.4

"Verá sr. Hart... no soy de los que se gusta darse autobombo, pero si Jesucristo hubiera vivido en Chicago y hubiese venido a mí con cinco mil dólares... le aseguro que la Historia habría cambiado."
Txarly
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow