Más allá de que trata un tema candente y del reparto bastante interesante, la película no pasa de ser bastante sosa y lenta. Lo que intenta ser una espera inquietante hacia un desenlace previsible, se torna en un llenar los minutos con diálogo de dudoso interés, situaciones banales y unos actores totalmente desaprovechados... y ya el final es de chiste.
Para pasar el rato y poco más. No desvela gran cosa que no se supiera ya de las sub-prime y algunos personajes se quedan en el esbozo.
No me parece de recibo contratar a Stanley Tucci, que es el que destapa la trama y darle cuatro frases de guión y una aparición efímera.
En fin, muy desaprovechada, parece hecha para aprovechar el tirón de la crisis.