Y precisamente ese es el mayor problema que encuentro en esta película, que casi todo lo que en ella se muestra se ha visto, y mejor, en anteriores películas suyas. Y no es que me moleste lo que molesta a muchos, que Ken Loach no conozca los grises, que su ideología este tan clara y marcada, que todo sea blanco o negro, más que nada porque en ese sentido pueda compartir puntos de vista con su forma de ver las cosas. Lo más molesto de la película es que se repita en la forma, en el estilo, que se copie a sí mismo. Ya se que es algo que Loach hace en cada película, pero en este caso me molesta especialmente. La historia es compleja e interesante, pero sabes de memoria como te la van a contar.
Claro que tiene virtudes, como es su protagonista, Cillyan Murphy, tan distinto aquí de otros personajes que ha interpretado. El retrato que se hace de la Irlanda de la época creo que también es acertado y creíble.
Pero la verdad es que esta película está varios puntos por debajo de Tierra y libertad, por poner un ejemplo suyo, o de Michael Collins por poner un ejemplo de otro director.
Que haya ganado su única Palma de Oro en Cannes por esta película no deja de ser sorprendente.