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TOM REGAN rating:
5
7.3
64,964
Western. Mystery
In THE HATEFUL EIGHT, set or eight or twelve years after the Civil War, a stagecoach hurtles through the wintry Wyoming landscape. The passengers, bounty hunter John Ruth (Russell) and his fugitive Daisy Domergue (Leigh), race towards the town of Red Rock where Ruth, known in these parts as “The Hangman,” will bring Domergue to justice. Along the road, they encounter two strangers: Major Marquis Warren (Jackson), a black former union ... [+]
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- es
January 4, 2016
75 of 108 users found this review helpful
213/16(28/12/15) Fallida cinta de Quentin Tarantino, teniendo en cuenta la mido por lo que se espera de él, un western atípico, pues el género solo parece un McGuffin, el imán en el que enganchar al espectador, pues más bien parece una especie de obra de teatro versionando un libro de Agatha Christie, por supuesto con un misterio por desvelar. Posee un arranque atractivo, con ese marco incomparable de un vasto territorio de montaña nevado y surcado por una diligencia de seis caballos, con esa presentación del personaje de Samuel L. Jackson, la de Kurt Russell, la de Jennifer Jason Leigh y el posterior de Walton Goggins, tras este inicio se cambia de registro para que el ochenta por ciento del metraje suceda en una gran habitación, donde se suman más personajes, la tensión está latente pero a fuerza de hablar y hablar comienza a caerse, ello también por culpa de unos personajes bastante adustos, grises, que hacen de la amoralidad su modo de ser, esto nos aleja de la trama, cayendo por momentos en lo peor, el aburrimiento, algo que debía ser sacrilegio para QT, y es que mi es que es una historia sin fuerza, sin ambigüedades, sin complejidades, todos son malos, detestables, agrios, y lo que es peor lo que te cuentan carece de profundidad, de poder de sugestión, hablan y se matan, y entre medio nada de sustancia. A lo que se suman actores desaprovechados, un ritmo que discurre a trompicones, con una duración megaexcesiva para lo poco que cuenta, la síntesis no es el fuerte QT, una violencia extemporánea, con un gore que da grima, nada aporta más allá del impacto visual, dando munición a aquellos que piensan que hace apología de la violencia, pues aquí adolece de justificación.
La historia acontece poco después de acabada la Guerra Civil USA, en el centro del relato está una parada de diligencias, Minnie´s Haberdashery, en Wyoming de camino a la población de Red Rock, al que van a parar un puñado de personajes durante una gran tormenta de nieve que les impide continuar su camino. Allí llega un cazarecompensas, John Ruth (Kurt Rusell), con su presa, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), otro cazarecompensas es el mayor unionista Marquis Warren (Samuel L. Jackson), con 3 muertos, un hombre que dice ser el próximo sheriff de Red Rock, Chris Mannix (Walton Goggins), el general confederado Sandy Smithers (Bruce Dern), el hombre que dice ser el verdugo de Red Rock, Oswaldo Mobray (Tim Roth), un mexicano, Bob (Demian Bichir) y Joe Gage (Michael Madsen), un pistolero.
Parece QT inspirarse en sí mismo para la premisa del relato, lo de encerrar a un grupo de tipos duros en un lugar, como ya hizo en su debut en cine con “Reservoir Dogs” (1992), y recurre a los flash-backs para juguetear con los tiempos, como ha hecho en la mayor parte de su filmografía. Nos habla del racismo, de la delgada línea que separa la justicia del linchamiento, de la hipocresía de las leyes, de las huellas que dejan las guerras acabadas (oficialmente, pero no entre las personas), y sobre todo de la delgada franja que separa el bien del mal. QT hace una alegoría con la posada Minnie, la hace una especie de limbo-purgatorio donde deben van a parar un puñado de tipos malos de diferentes condiciones sociales y razas antes de ir al Averno. Un cineasta que admira a Sergio Leone es paradójico, que al contrario que el italiano que dotaba de laconismo taciturno a sus protagonistas, QT les dé una labia incansable, y lo peor aquí es que resulta cansino, pues cae en la redundancia, en un bucle inacabable, de situaciones repetitivas, lo cual repercute en su ritmo, provocando que cuando llegue el clímax final el espectador (por lo menos yo) este alejado de la historia y le dé igual lo que les pase a los personajes, si mueren, viven o son mediopensionistas, la duración se alarga hasta parecer infinita, pues se atranca. QT se sirve del contexto del tiempo, la reciente post-Guerra Civil para mostrarnos las grietas aún existentes entre vencedores y vencidos, y sobre todo entre negros y confederados del sur, esto estaría bien y si lo manejara con sutilidad, pero es mostrado con brocha gorda, con trazo grueso, coronado por la historia que cuenta Marquis sobre el hijo del General confederado y el mismo, sobre como lo hizo andar por el monte nevado desnudo para acabar obligándole a punta de pistola a .., lo siento, pero yo a esto lo llamo vulgaridad y mal gusto, no tiene gracia, asimismo parece que QT tiene fijación por los penes de los negros, como ya demostró en “Django encadenado”. Todo esto coronado por un final anticlimático y tosco, pareciendo una glorificación de la violencia, de tomarse la justicia por tu mano. También se puede hablar de su narcisismo y endiosamiento en el que parece haber caído, como esos adanistas créditos iníciales en los que remarca que es su octavo largometraje, un acto de pedantería, a lo que se añade su voz en off en el último tercio, sin sentido alguno, sin razón orgánica para ponerla, solo parece tener el sentido pretencioso de incluirse él en la acción, esta voz aparece en un flash-back que resulta tan innecesario como la voz, aporta de poco a nada, un artificio que se siente metido con calzador.
Tarantino como es habitual en él cuela en sus obras homenajes a su cinefilia, como a Sergio Leone, con esa imagen del principio con la cámara tras una cruz, inspirada en “Por un puñado de dólares” (1964), o planos subjetivos en primera persona influenciados por “El Bueno, el Feo y el Malo” (1966), o a “Centauros del desierto” (1966) de John Ford, en la toma desde el establo enmarcando el exterior por las puertas, e incluso bebe de “Carrie” de Brian de Palma (1976), por una de los rostros que se le quedan a uno de los protagonistas. (sigue en spoiler)
La historia acontece poco después de acabada la Guerra Civil USA, en el centro del relato está una parada de diligencias, Minnie´s Haberdashery, en Wyoming de camino a la población de Red Rock, al que van a parar un puñado de personajes durante una gran tormenta de nieve que les impide continuar su camino. Allí llega un cazarecompensas, John Ruth (Kurt Rusell), con su presa, Daisy Domergue (Jennifer Jason Leigh), otro cazarecompensas es el mayor unionista Marquis Warren (Samuel L. Jackson), con 3 muertos, un hombre que dice ser el próximo sheriff de Red Rock, Chris Mannix (Walton Goggins), el general confederado Sandy Smithers (Bruce Dern), el hombre que dice ser el verdugo de Red Rock, Oswaldo Mobray (Tim Roth), un mexicano, Bob (Demian Bichir) y Joe Gage (Michael Madsen), un pistolero.
Parece QT inspirarse en sí mismo para la premisa del relato, lo de encerrar a un grupo de tipos duros en un lugar, como ya hizo en su debut en cine con “Reservoir Dogs” (1992), y recurre a los flash-backs para juguetear con los tiempos, como ha hecho en la mayor parte de su filmografía. Nos habla del racismo, de la delgada línea que separa la justicia del linchamiento, de la hipocresía de las leyes, de las huellas que dejan las guerras acabadas (oficialmente, pero no entre las personas), y sobre todo de la delgada franja que separa el bien del mal. QT hace una alegoría con la posada Minnie, la hace una especie de limbo-purgatorio donde deben van a parar un puñado de tipos malos de diferentes condiciones sociales y razas antes de ir al Averno. Un cineasta que admira a Sergio Leone es paradójico, que al contrario que el italiano que dotaba de laconismo taciturno a sus protagonistas, QT les dé una labia incansable, y lo peor aquí es que resulta cansino, pues cae en la redundancia, en un bucle inacabable, de situaciones repetitivas, lo cual repercute en su ritmo, provocando que cuando llegue el clímax final el espectador (por lo menos yo) este alejado de la historia y le dé igual lo que les pase a los personajes, si mueren, viven o son mediopensionistas, la duración se alarga hasta parecer infinita, pues se atranca. QT se sirve del contexto del tiempo, la reciente post-Guerra Civil para mostrarnos las grietas aún existentes entre vencedores y vencidos, y sobre todo entre negros y confederados del sur, esto estaría bien y si lo manejara con sutilidad, pero es mostrado con brocha gorda, con trazo grueso, coronado por la historia que cuenta Marquis sobre el hijo del General confederado y el mismo, sobre como lo hizo andar por el monte nevado desnudo para acabar obligándole a punta de pistola a .., lo siento, pero yo a esto lo llamo vulgaridad y mal gusto, no tiene gracia, asimismo parece que QT tiene fijación por los penes de los negros, como ya demostró en “Django encadenado”. Todo esto coronado por un final anticlimático y tosco, pareciendo una glorificación de la violencia, de tomarse la justicia por tu mano. También se puede hablar de su narcisismo y endiosamiento en el que parece haber caído, como esos adanistas créditos iníciales en los que remarca que es su octavo largometraje, un acto de pedantería, a lo que se añade su voz en off en el último tercio, sin sentido alguno, sin razón orgánica para ponerla, solo parece tener el sentido pretencioso de incluirse él en la acción, esta voz aparece en un flash-back que resulta tan innecesario como la voz, aporta de poco a nada, un artificio que se siente metido con calzador.
Tarantino como es habitual en él cuela en sus obras homenajes a su cinefilia, como a Sergio Leone, con esa imagen del principio con la cámara tras una cruz, inspirada en “Por un puñado de dólares” (1964), o planos subjetivos en primera persona influenciados por “El Bueno, el Feo y el Malo” (1966), o a “Centauros del desierto” (1966) de John Ford, en la toma desde el establo enmarcando el exterior por las puertas, e incluso bebe de “Carrie” de Brian de Palma (1976), por una de los rostros que se le quedan a uno de los protagonistas. (sigue en spoiler)
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
La buena puesta en escena, notable excelente diseño de producción de Yohei Taneda (“Kill Bill. Volumen I” o “Las flores de la guerra”), rodándose en las bellas montañas nevadas de Colorado, destacando la posada Minnie co su recargado interior, con detalles muy cuidados para dar sensación de autenticidad a lo que también ayuda el hermoso y vivaraz diseño de vestuario de Courtney Hoffman (“Las crónicas de Narnia”, “Blancanieves y la leyenda del cazador” o “Django encadenado”), pero sobre está la portentosa fotografía Robert Richardson (tres veces ganador del Oscar por “JFK”, “El aviador” y “Hugo”), que rueda a petición de QT, en el desusado Ultra 70mm Panavision, formato creado a finales de los 60 para rodar kolossales epopéyicos, como “Ben-Hur” o “La caída del imperio romano”, queda muy apropiado para las secuencias iníciales, captando la belleza salvaje de las montañas con la diligencia surcando el camino blanco de nieve, pero para filmación en el interior de una cabaña queda muy desaprovechado, aún así sabe captar la sordidez del lugar. La música es del maestro Ennio Morricone, QT había sacado ya música suya en sus films (“Kill Bill”, “Death Proof”, “Malditos bastardos”, y “Django Unchained”), pero esta es la primera vez que es material original, curiosamente alejado de sus tonos épicos, moviéndose más en melodías tenues propias del thriller, reseñable es el autoguiño que se hace utilizando el tema del film “La cosa “ (1982), film con el que guarda muchas semejanzas, asimismo se añaden canciones (no originales para el film) como Apple Blossom' de The White Stripes, 'There Weren't Be Many Coming Home' de Roy Orbison y 'Now You´re All Alone' de David Mess. También mencionar buenos los efectos visuales creados por Greg Nicotero (“Kill Bill” o “The Walking Dead”), espectacular en los sanguinolentos impactos de balas, con algunos reventamientos de cráneos.
Kurt Russell deja huella con su racial y ético (no mata a sus apresados) cazarecompensas. Samuel L. Jackson, está demasiado sobreactuado, impetuosos, pero histriónico. Jennifer Jason Leigh es lo mejor de la función, divertida, pícara, mordaz, soportando golpes con una sonrisa perversa, estoicismo, compone una villana con carisma. Walton Goggins cumple sin más en un rol un tanto disperso y apocado. Tim Roth hace un emulo de Christoph Waltz, lo bueno es que lo hace con una verborrea electrizante. Bruce Dern da brillo a un General confederado con elegancia y mesura. Michael Madsen y Demian Bichir merecían mejores papeles que sus dos personajes floreros, de relleno, para completar los ocho, totalmente desaprovechados.
Momentos recordables, alguno ya mencionado: El sugestivo arranque con un fascinante plano con la cámara moviéndose tras una gran cruz, con un paisaje montañoso cubierto de nieve cruzado por la diligencia; La tensa charla en que se conocen Ruth y Marquis; El divertido momento en que Marquis le deja la carta de Abraham Lincoln a Ruth, con la reacción posterior de Daisy; La historia que cuenta Marquis sobre el letrero que tenía Mildred en su local <Prohibida la entrada a perros y mexicanos>; El escatológico momento del vómito por envenenamiento; El giro sorpresa con la aparición de cierto personaje en el subsuelo de la posada.
En conjunto una irregular propuesta de Tarantino que tengo la sensación creía haber hecho un guión mucho mejor de lo que es, cuando en realidad ni es tan bueno, ni sabe desarrollarlo, ni sabe terminarlo. Quizás cuando decidió no hacer el film por que le habían filtrado el guión debió haberse dirigido a otros proyectos y no perseverar en el error. Fuerza y honor!!!
Kurt Russell deja huella con su racial y ético (no mata a sus apresados) cazarecompensas. Samuel L. Jackson, está demasiado sobreactuado, impetuosos, pero histriónico. Jennifer Jason Leigh es lo mejor de la función, divertida, pícara, mordaz, soportando golpes con una sonrisa perversa, estoicismo, compone una villana con carisma. Walton Goggins cumple sin más en un rol un tanto disperso y apocado. Tim Roth hace un emulo de Christoph Waltz, lo bueno es que lo hace con una verborrea electrizante. Bruce Dern da brillo a un General confederado con elegancia y mesura. Michael Madsen y Demian Bichir merecían mejores papeles que sus dos personajes floreros, de relleno, para completar los ocho, totalmente desaprovechados.
Momentos recordables, alguno ya mencionado: El sugestivo arranque con un fascinante plano con la cámara moviéndose tras una gran cruz, con un paisaje montañoso cubierto de nieve cruzado por la diligencia; La tensa charla en que se conocen Ruth y Marquis; El divertido momento en que Marquis le deja la carta de Abraham Lincoln a Ruth, con la reacción posterior de Daisy; La historia que cuenta Marquis sobre el letrero que tenía Mildred en su local <Prohibida la entrada a perros y mexicanos>; El escatológico momento del vómito por envenenamiento; El giro sorpresa con la aparición de cierto personaje en el subsuelo de la posada.
En conjunto una irregular propuesta de Tarantino que tengo la sensación creía haber hecho un guión mucho mejor de lo que es, cuando en realidad ni es tan bueno, ni sabe desarrollarlo, ni sabe terminarlo. Quizás cuando decidió no hacer el film por que le habían filtrado el guión debió haberse dirigido a otros proyectos y no perseverar en el error. Fuerza y honor!!!