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TOM REGAN rating:
9
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March 18, 2011
6 of 7 users found this review helpful
74/17(09/03/11) Aún estoy bajo el influjo de la última y antológica escena de esta magnífica serie, aún resuenan en mi cabeza los ecos del hipnótico tema de Sia ‘Breathe me’, se me han puesto los pelos como escarpias, después de haber convivido con la familia Fisher durante cinco entrañables temporadas. Alan Ball, el guionista de la Obra Maestra ‘American beauty’, creó esta serie para la HBO, un producto complicado de presentar, va sobre una familia, los Fisher, que lleva una funeraria, el negocio está en su casa, los cadáveres se ‘apañan’ en el sótano y los funerales se ofician en la primera planta, el negocio lo llevan entre el padre, Nathaniel (carismático Richard Jenkins), su hijo David (excelente Micahel C. Hall), un gay que está por salir del armario y que tiene una pareja de color, el policía Keith (buen Mathew St. Patrick), tienen un ayudante latino, Federico (enérgico Freddy Rodríguez), la matriarca de la prole es Ruth (extraordinaria Frances Conroy), tienen una hija menor estudiante, la rebelde Claire (deliciosa Lauren Ambrose), y otro hijo, el mayor ajeno a la empresa, Nate (buen Peter Krause), que acaba de conocer a una fogosa Brenda (maravillosa Rachel Griffiths)pero ya en el primer episodio se produce una catarsis que hace que Nate, que le repele este modus vivendi deba de entrar a trabajar en la funeraria. Con estos mimbres se desarrolla una fascinante serie por la que desfilan unos personajes de una humanidad desbordante, con historias con las que nos veremos reflejados, argumentos inundados de sutil humor negro aderezado con el drama más doloroso, como la vida misma, en los que nuestra ambigüedad personal será vapuleada, relatos de una sensibilidad sublime, el alma es radiografiada de modo grandioso, de cómo en un trabajo la muerte es el centro se puede sacar tanta vida, es un canto a la vida majestuoso, vive y disfruta de la vida pues no sabes cuándo puede ser tu última respiración, intenta realizar tus sueños, aunque no los alcances pero no te mueras sin intentarlo, no tengas miedo de mostrarte como eres, son los demás los que deberían sentirse aterrados de no entenderte.
Continua en spoiler sin spoilers.
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Es una serie sublime, desde sus impactantes comienzos en los que siempre hay alguien que muere de modo arbitrario y que viene a ser una lección moral de lo inicua que es nuestra existencia, aquí lo políticamente incorrecto brilla por su ausencia, se tratan todos los temas posibles, no existen tabús, la imaginería visual se utiliza con cuentagotas pero es un remanso de surrealismo, es un mundo donde los muertos te hablan, te aconsejan, o es tu propia conciencia? Qué más da, lo importante es creer que no estamos solos, aquí se habla de la fe, de esperanzas, de la búsqueda continua de la felicidad, se nos dice que somos gente compleja con multitud de aristas y tenemos toda una vida, no sabemos lo larga que será pero debemos intentar pulirlas. Posee una puesta en escena soberbia, una dirección artística prodigiosa, un uso de los espacios portentoso, una fotografía sublime que sirve de canalizador de estados de ánimo, la música es magnífica, desde su turbador tema inicial, pasando por las canciones que adornan muchos tramos, el reparto actoral es sencillamente glorioso, destacar a uno sería menospreciar al resto, desde los protagonistas a los que aparecen en menos episodios, transmiten una humanidad infinita, saben emitir las imperfecciones que la naturaleza nos ha dado. Son 63 episodios, no todos ellos mantienen el pulso, estoy de acuerdo con Carlos Boyero que la tercera y cuarta temporada baja un poco, parece existir un agotamiento en los guionistas que deriva en una bajada de listón en cuanto a calidad, pero que en la quinta y última vuelve a levantar el vuelo y se eleva en un increscendo continuo que nos lleva a su último capítulo, apoteosis del culmen de sentimientos en los que lo onírico se suma a la lírica para producir un cálido estremecimiento, sublime. Recomendable serie a TODOS.