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Cauldfield rating:
8
8.4
35,982
Drama
Margo Channing (Bette Davis), leading dame of the New York stage, is pushed aside by a fresh-faced fan who becomes her understudy, the duplicitous Eve (Anne Baxter). Eve’s humble background and eager innocence fools all while she subtly digs in her claws, tearing Margo from her friends and colleagues as she desperately grasps her chance for stardom.
Language of the review:
- es
January 19, 2011
4 of 4 users found this review helpful
Y ya me gustaría, poseer su elegancia, su ingenio, su encanto, su sentido del humor... El personaje interpretado por George Sanders (y gracias al cual se llevó el Oscar), es de lo mejor de una película casi inmejorable, todo un clásico y un portento en cuanto a guión y actuación se refiere.
Un colosal libreto que perfila perfectamente a cada uno de sus protagonistas, en una historia casi coral, narrada en su mayoría en forma de flashback, siempre salpicada de diálogos y frases para el recuerdo enarbolados por personajes carismáticos tan queridos como odiados (sobre todo en cuanto a la misma Eva, engañosa víbora interpretada con efectividad por Anne Baxter). Una puesta en escena que te sumerge sin remedio en su trama, quizá algo alargada, y que acaba por apasionarte. Un plantel de actores envidiable, con el ya mencionado George Sanders , que saben cómo cautivar al público a la perfección.
Todos estos factores (más la música y el aura de clásico que posee indudablemente) redondean una obra maestra, una de las mejores películas de la historia del cine, a la que quizá sólo se le puede atribuir un fallo, comentado en el SPOILER. Salvo por eso, una auténtica película imprescindible, casi adelantada a su tiempo me atrevería a decir (con el recurso de detener la imagen y el cinismo y sarcasmo salvajes que exhiben en muchas ocasiones los diálogos), y que supone un paradigma sobre la ambición desmedida y el arribismo (recordándome un poco a "Match Point", curiosamente, aunque no en tales extremos como uno que no la haya visto pudiera pensar).
Un colosal libreto que perfila perfectamente a cada uno de sus protagonistas, en una historia casi coral, narrada en su mayoría en forma de flashback, siempre salpicada de diálogos y frases para el recuerdo enarbolados por personajes carismáticos tan queridos como odiados (sobre todo en cuanto a la misma Eva, engañosa víbora interpretada con efectividad por Anne Baxter). Una puesta en escena que te sumerge sin remedio en su trama, quizá algo alargada, y que acaba por apasionarte. Un plantel de actores envidiable, con el ya mencionado George Sanders , que saben cómo cautivar al público a la perfección.
Todos estos factores (más la música y el aura de clásico que posee indudablemente) redondean una obra maestra, una de las mejores películas de la historia del cine, a la que quizá sólo se le puede atribuir un fallo, comentado en el SPOILER. Salvo por eso, una auténtica película imprescindible, casi adelantada a su tiempo me atrevería a decir (con el recurso de detener la imagen y el cinismo y sarcasmo salvajes que exhiben en muchas ocasiones los diálogos), y que supone un paradigma sobre la ambición desmedida y el arribismo (recordándome un poco a "Match Point", curiosamente, aunque no en tales extremos como uno que no la haya visto pudiera pensar).
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details.
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Spoiler:
Lo mejor: El personaje de George Sanders y el guión.
Lo peor: El final, y éste es el fallo del que hablaba, me resultó demasiado reiterativo, y casi sin impacto. Los últimos diez minutos casi podría decirse que sobran, sino fuera por el fascinante plano, poético y de gran pericia técnica, con el que concluye la función. Estos últimos segundos suben enteros, pero no consiguen eliminar la sensación de que la escena sobra.
Lo peor: El final, y éste es el fallo del que hablaba, me resultó demasiado reiterativo, y casi sin impacto. Los últimos diez minutos casi podría decirse que sobran, sino fuera por el fascinante plano, poético y de gran pericia técnica, con el que concluye la función. Estos últimos segundos suben enteros, pero no consiguen eliminar la sensación de que la escena sobra.