¿Quién es Kirigoe Mima? Aún a día de hoy ni siquiera sé si puedo darte una respuesta a esa pregunta. ¿Es una ex idol pop que se ha desligado de la música? ¿Es una reciente actriz en busca de lanzar su carrera y triunfar en la industria? ¿Es siquiera una persona? ¿O es una ilusión?
Perfect Blue deja muchas preguntas. Preguntas que, Satoshi Kon (D.E.P.), probablemente se hiciese a sí mismo cuando ni siquiera estaba pensando en las respuestas. Porque la película no te va a dar respuestas. Va a lograr que te adentres en la historia y ni siquiera sepas diferenciar lo real de lo imaginario. Al igual que Mima.
No creo que se pueda definir en palabras sencillas esta película. Su crítica más que evidente a la toxicidad que existe en el mundo de las idols, adelantándose incluso a su tiempo pues ahora tenemos las redes sociales que lo empeoran todo, es tan solo la primera de las capas que forman esta historia. Y es una historia única. Estamos hablando de acompañar en su descenso a la locura a un personaje que que no conoce su lugar en el mundo. No conoce siquiera si tiene ese lugar en el mundo.
Los focos, los aplausos, la emoción de estar subida en el escenario escuchando los aclamados gritos del público. La adrenalina corre por sus venas de la misma manera que nosotros nos quedamos mudos ante tales súplicas y muestras de agonía. Las ilusiones no cobran vida, pero ¿y si lo hicieran?