Acabo de terminar Belle, o "El dragón y la princesa pecosa".
En una vida en la que luchamos a brazo partido por subsistir a una realidad que nos aplasta, en la que de vez en cuando recibimos alguna alegría... esta película ha llegado para llenarme el corazón de luz, color, alegría y también tristeza, mejor dicho nostalgía.

Una animación preciosa, con una banda sonora que te cala hondo... con ciertas connotaciones a otra película muy conocida, pero sin embargo abriendo sus propios caminos.

Haciéndonos creer en las personas, o al menos en el alma bondadosa de los niños y jóvenes. Una historia de amor por los demás. Preciosa y maravillosa.
Una gota de felicidad que me ha dado la vida.

Gracias Mamoru, gracias Suzu, gracias U.