Click here to copy URL
Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Neathara rating:
5
Horror. Thriller Meek clerk Trelkovsky takes over a Parisian flat from a woman who has committed suicide. He meets Stella, one of the woman's friends, and begins a tentative relationship with her, but runs afoul of his imperious landlord Mr. Zy, the offensive concierge, and another tenant named Madame Dioz who wants him to sign cruel petitions against people he doesn't know. Soon Trelkovsky is experiencing all kinds of hallucinations, mainly of people ... [+]
Language of the review:
  • es
January 15, 2011
28 of 48 users found this review helpful
Al igual que David Lynch, Polanski decidió que su "Mulholland Drive" -que fue "La semilla del diablo"- no era suficientemente alucinado y paranoico, de modo que unos años después se sacó el "Inland Empire" con todos los recortes, ideas y movidas mentales que le sobraron de la película anterior.

Al igual que Lynch, el resto de su obra incidiría en el cine más convencional y de llorar ("El pianista" por "Una historia verdadera", por ejemplo), el cine de época ("Tess" por "El hombre elefante"), la adaptación bobochorra de un best-seller ("Dune" por "La novena puerta"), lo más rarito ("Repulsión" por "Cabeza borradora") y lo más ni pa tí ni pa mí ("Lunas de hiel" por "Terciopelo azul").

Hermanos pues, en espíritu cinematográfico, la conexión nunca es más evidente como en el caso de "El quimérico inquilino". Las localizaciones insanas, la alienación del elemento humano, la atmósfera entre la lucidez y la paranoia, la desquiciante relevancia de objetos, muebles, ventanas y paredes...como en un espejo probable de "Carretera perdida", el inquilino del edificio Polanski choca contra las imaginerías del perturbado universo del autor, a su vez actor inmerso en su propia pesadilla.

Pero a pesar de unos indudables méritos técnicos, haciendo especial hincapié en el fantástico uso de los encuadres para transmitir extrañamiento y locura, la travesía reclama demasiados peajes, se vuelve por caminos ya transitados, se dilata, se repite y finalmente, decepciona con un final completamente cobarde, un final en el que Polanski capitula, cierra por simetría y opta por la solución más fácil.

Los actores están de pena -normal en el caso de Polanski y no tanto en el caso de Adjani o Shelley Winters- y para estar en los 70, el empapelado de las paredes no es lo suficientemente enfermizo.

Se aprecia la libertad creadora que alienta la obra, pero si una nota va a depender lo más mínimo de esta razón, entonces una obra como "The Rocky Horror Picture Show" realizada tan sólo un año después que ésta, debería tener la misma nota que "El padrino".
Neathara
Did you find this review interesting and/or helpful?

User history
arrow