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Tajikistan Tajikistan · Demonlandia
Neathara rating:
5
Comedy. Drama. Romance Two single adults become caregivers to an orphaned girl when their mutual best friends die in an accident. Holly Berenson (Katherine Heigl) is an up-and-coming caterer and Eric Messer (Josh Duhamel) is a promising network sports director. After a disastrous blind date, the only thing they have in common is their dislike for each other and their love for their goddaughter, Sophie. But when they suddenly become all Sophie has in the ... [+]
Language of the review:
  • es
May 6, 2011
32 of 38 users found this review helpful
No sé si os habréis percatado de un inquietante hecho: en las comedias románticas americanas, cada vez está más castigado echar un polvo. Pero además, está castigado en modo prevención de riesgos: los pobres protagonistas ya tienen que aguantar todas las peores cosas del matrimonio antes de revolcarse. A saber:

- "Virgen a los 40": un tipo que tarda 40 años y una película en echar un polvo.
- "Lío embarazoso": dos que se conocen, echan un polvo y ella se queda embarazada toda la película (sin poder echar más polvos).
- "Un pequeño cambio": uno que está enamorado de su amiga y la deja embarazada sin ni siquiera echarle un polvo.
- "Que les pasa a los hombres": casi nadie echa un triste polvo y el que lo hace es el que peor acaba.
- "La proposición": sin echar un triste polvo y ella ya pasando el fin de semana con sus horrendos suegros.

En "Como la vida misma" se da una sorprendente y nunca vista vuelta de tuerca y les encasquetan a la pareja un bebé antes siquiera de ser pareja no digo ya de caerse simpáticos. Toda la manera en que llega el bebé a sus manos es muy rocambolesca, señal de que los americanos guionistas ya están dispuestos a todo por impedir que los pobres personajes se diviertan sin antes pasar por un auténtico purgatorio: también conocido como "responsabilidad".

La emoción que pudiese suscitar el amorío se queda completamente chafada por culpa de esta premisa. La verdad, no sé en qué cabeza entra que puede haber algún romanticismo en meter a capón media hora de cambiar pañales, lidiar con vómitos infantiles o hacerle carantoñas a un bebé idéntico a Rumpelstiltskin. Jolines, que quiero pasar un rato agradable y descreocupado y a ser posible algo glamuroso, no sentir que tengo que pasar la mopa o ir a limpiarle la jaula al canario.

Lo peor es que claro, con este plan, cuando al fin llega el esperado contubernio se ve que lo hacen ya casi con miedo, normal, si ya tienen hijos antes de hacerlo quien sabe las horribles consecuencias que podrán venir después de pegarse un revolcón...

El puritanismo de los EEUU es de todos conocido, pero que ya intenten arruinar la fiesta cuando todavía ni hay planes de hacer una fiesta, es demasiado. A este paso, de aquí a cinco años veremos parejas de cine pagar conjuntamente la hipoteca antes siquiera de conocerse.
Neathara
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